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Voto de antonio lopez herraiz:
2
Terror. Thriller Jennifer vive atormentada por la brutal agresión sexual que sufrió hace años. Ha cambiado de identidad y de ciudad, uniéndose a un grupo de apoyo donde comienza a reconstruir una nueva vida. Cuando el asesino de su amiga Marla queda libre por falta de pruebas, Jennifer decide pasar a la acción y hacer pagar a los responsables por sus crímenes de la manera más horrible imaginable.
1 de mayo de 2022
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Unos que se van, otras que vuelven. Una justiciera que regresa por el director que sale y al que reemplaza otro mercenario de los telefilms popularizados en España gracias a las sobremesas de los fines de semana en Cuatro y La Sexta: el tal R. D. Braunstein también había dirigido 'Paris: Infierno Helado'.
Ni que decir tengo que Sarah Butler las va a pasar menos canutas que en la primera de sus dos participaciones en la franquicia, y que las similitudes entre su Jennifer Hills -a la que protege una nueva identidad- y el Paul Kersey de Charles Bronson en la saga 'Death Wish' no se limitan a cambiar de nombre, abriéndose camino igualmente en el oficio de vengadora rompepelotas -o culos, si se tercia-.
Los convencionalismos del rape & revenge ceden espacio a los del cine de acción con justiciero urbano que, no obstante, casi siempre lleva implícito lo primero en su argumento.
No obstante aquí la única violencia que impera es la de la ejecución de cada vendetta y no la explícitamente sexual que pierde en ensañamiento.
El rostro curtido en tropecientas series de Michelle Hurd ('Law & Order', 'Picard', 'Daredevil') se cuela además con un papelito como policía que investiga a Sarah Butler -clonada de Eva Santolaria-.
Ninguna de las puntualísimas escenas sexuales o gráficas resulta más desagradable que la de imaginarte al guionista Daniel Gilboy introduciéndose su propio libreto, a falta de unas 15 o 20 páginas para terminarlo, por zonas innombrables de su cuerpo.
En lo que concierne al resto del argumento estaría dispuesto a creerme que Emeral Fennell tenía conocimiento de la existencia de este subproducto antes de pulirlo en 'Una joven prometedora'.
Menos y peor de lo mismo.
antonio lopez herraiz
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