*El vietnam rural

Decía Leonardo da Vinci que: «La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte». Algo parecido sucede con la preciosista filmación que nos es legada en La tercera esposa.

Ashleigh Mayfair nos transporta desde la delicadeza en sus texturas narrativas al Vietnam rural de finales del siglo XIX. Allí nos cuenta como era la sociedad de su nación y que significados históricos conllevaba la prevalencia del varón. La narración se sustenta en como se las arreglaban las mujeres para tratar de sobrevivir en los concubinatos establecidos desde tiempos inmemoriales.

Allí cohabitan esposas oficiales y amantes de menor rango social al servicio de los hacendados. La cineasta lo refleja de una manera natural, sin revanchismos pero poniendo el dedo en la llaga a través de un hermoso libreto.

*La hermosa fotografía como elemento narrativo

El maestro Chananun Chotrungroj se encarga con delicadeza de fotografiar la filmación de manera magistral. Es así como en La tercera esposa la luz natural es un elemento narrativo al servicio de la producción.

Él, con maestría, nos va mostrando los elementos de la Naturaleza. Es decir: Agua, Tierra, Fuego y Aire. Estos componentes los fusiona velando el objetivo de la cámara en las escenas de interior donde nos muestra un elegante erotismo de pieles de porcelana.

La tercera esposa quizás no tenga su punto fuerte en la profundidad de la argumentación. Sin embargo, es una película que nos reconcilia con la narración visual que la cinematografía tuvo en sus comienzos.

*La pérdida de la inocencia

En el reparto brilla con luz propia la actriz debutante Nguyễn Phương Trà My. La joven nos regala un trabajo impresionante con el que está llamada a convertirse en una verdadera estrella del cine asiático.

Su personaje es el círculo concéntrico sobre el que giran todos lo demás. Sus significantes giran en torno a la pérdida de la inocencia o a la sexualización impuesta desde la niñez. También observamos el sometimiento al poder patriarcal de unas sociedades que vivían ancladas en la Edad Media.

Ashleigh Mayfair logra, por tanto, a través de la joven unos encuadres que son auténticos lienzos en movimiento. En ellos, observamos flores, peinados, vestidos, y caricias que dan a luz un filme femenino, poético y maternal. La mirada siempre es sutil, cadenciosa y muy bella.

*Conclusión

La tercera esposa es una filmación donde la luz, el agua, la bruma, la piel y la Naturaleza se funden de manera exquisita. Los silencios actúan como sujetos narrativos para dar a luz una obra hermosa en su mirada y sugestiva en su argumentación.

Escrito por Miguel Pina