Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Cinemagavia:
9
Drama Explora la relación que mantuvieron el Papa Benedicto XVI y su sucesor, el Papa Francisco, dos de los líderes más poderosos de la Iglesia Católica, que abordan sus propios pasados ​​y las demandas del mundo moderno para que la institución avance.
13 de diciembre de 2019
44 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Solemnidad y Elegancia

Los dos papas puede presumir que reúne solemnidad en su libreto y elegancia en su puesta en escena, consiguiendo así un equilibrio digno de aplausos por la cantidad de aristas que abarca sin perder el foco y maravillando la visión del público cuando tiene oportunidad. El guión es sumamente ambicioso al tocar temas tan diversos y complejos como la naturaleza humana, la fragilidad de la fe, la relación del ser humano con la religión (cualquiera que sea) así como la crisis de la iglesia católica ante una horda de fieles cada vez más escéptica ante su mensaje.

Los dos papas ahonda en estas cuestiones permitiéndose ser sobria, pero no pesada. Los dilemas filosóficos están bien esbozados sin caer en la pedantería intelectual en la que pudo haber tropezado fácilmente (ejemplo de ello la serie «The Young Pope«, con la que comparte bastantes ejes por obvias razones). Sobretodo, porque se permite sus golpes de humor, muy bien dosificados de manera que sirvan como un respiro ante el existencialismo vertido en los diálogos.

Eso sí, la comedia es bastante mesurada y acomedida con sus protagonistas, ya que esquiva la sensiblería en el tono de las «good feeling movie´s» que no es el más idóneo para el propósito de esta cinta.

Por el contrario, es loable que busquen acercar al público a dos personajes que, por los papeles que han desempeñado en la historia, a veces suelen perciben lejanos o ajenos al plano terrenal (sobretodo en el caso del Papa Benedicto XVI). Lo que hacen en este filme es dibujar dos perfiles sólidos y respetuosos, pero a los que se les dota del carisma y personalidad que muchas veces estos personajes no se permiten exhibir.

*Un estudio de personajes

Nada más con ver el trailer de Los dos papas, es fácil inferir que no se trata de un filme de argumento o cuya fortaleza radique en una trama a seguir. Realmente el acontecimiento sobre la renuncia de Ratzinger al papado y el respectivo ascenso de Bergoglio como líder de la Iglesia Católica es el pretexto bajo el cual nos asomamos a conocer los motivos de los personajes para concretar cada uno sus acciones.

En resumidas cuentas, para efectos del guion, poco importan los pormenores alrededor de tan polémico asunto y la película no se va a centrar en ellos. En cambio, ofrece un exquisito estudio de la psique de dos personajes de manera que su evolución sea plausible por medio de diálogos en los que se exponen sus diferentes puntos de vista sobre la fe y los demás temas antes expuestos.

Un intercambio de ideas tan profundo y provocador que se desglosa con una agilidad tan potente de manera que ver a dos veteranos mantener largas conversaciones durante dos horas no resulte nada aburrido.

Mención especial la labor de Fernando Meirelles que logra dejar su sello aún cuando es una película cuya mayor baza es el guión siendo difícil que destaque la dirección. Aunque siempre al servicio del libreto, Meirelles es responsable de imprimir la elegancia y solemnidad necesaria en las imágenes que se ven en pantalla.

Es destacable que aunque la historia podría contarse simplemente con el intercambio de diálogos entre Pryce y Hopkins, el director siendo consciente de que lo más potente de esta producción es el libreto y las interpretaciones, se pone en un segundo plano sin absorber protagonismo, pero rematando con planos bien conseguidos en que además de los actores destaque el Vaticano como un personaje más. El arranque y las últimas secuencias recuerdan la energía que alguna vez exhibió en «Ciudad de Dios«.

*Dos Papas: dos interpretaciones milagrosas

Si bien por sí sola esta película es valiosa, lo que la convierte en una experiencia inolvidable es que Jonathan Pryce y Anthony Hopkins, en un duelo actoral que se percibe más bien fraternal, toman un guion de por sí destacable y lo elevan de manera que las notas celestiales se quedan cortas ante este milagro cinematográfico.

Es curioso lo que sucede, ya que aunque la historia está sobretodo al servicio del Papá Francisco interpretado por Pryce, a nivel interpretativo el que roba-cámaras es el Benedicto de Hopkins. Lo anterior resulta irónico, porque la película pareciera que es más condescendiente y amorosa con Bergoglio (incluso por momentos parece un semi biopic de éste ya que nos muestran varios pasajes de su pasado), haciendo de él un personaje más cálido y carismático centrándose en él como ser humano antes que en su estatus papal.

En cambio es un tanto más severa y menos generosa con Ratzinger del que a duras penas ahonda en su pasado y solo se centra en su figura de Papa. Al primero lo idolatra, mientras que al segundo únicamente lo justifica.

Sin embargo en el plano interpretativo, sucede a la inversa. Pryce está más al servicio de la historia, siendo un noble histrión canalizando la sobriedad el guion, pero sin el material de lucimiento que su co-protagonista sí tiene. La parte más exquisita se la lleva Hopkins, ya que partiendo de que Benedicto XVI es una figura un tanto más misteriosa y hierática que el Papa Francisco, su evolución es más paulatina, beneficiándose de tener las mejores líneas y la parte más dramática en la que su humanidad, más oculta que la de su par, sale a relucir de manera conmovedora.

.....

.....

*Por limitación de extensión no se puede poner la crítica completa

Escrito por Víctor López Velarde Santibáñez
Cinemagavia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow