*La nueva carne futura

El mejor David Cronenberg está de vuelta con una historia que recupera el estilo de la nueva carne. Una película arriesgada, que nos transporta a un futuro en el que el cuerpo está en constante mutación y genera nuevos órganos, algo que sirve a Caprice (Léa Seydoux) y Saul Tenser (Viggo Mortensen) para ejecutar sus performances como artistas de lo físico.

Crímenes del futuro habla sobre la revelación del cuerpo y las cirugías como el nuevo sexo, una serie de reflexiones que realiza entorno al placer, y la llegada de nuevas generaciones que, llenas de impulsos, deberán buscar en lo físico algo que les haga sentir. Desgraciadamente podemos encontrar bastantes similitudes con la realidad, por culpa de la absorción de los dispositivos móviles.

El cine de Cronenberg es único, sigue siendo innovador a pesar de tener 79 años. En la actualidad, la política industrial está eliminando poco a poco el riesgo de las películas, ya que, aunque se produzca más que nunca, la mayoría de obras carecen de ese riesgo tan subversivo del director canadiense. La infinidad de filtros que hay que pasar para conseguir estrenar una película (laboratorios de creación, obtención de ayudas, etc.) han llevado a que muchas no posean esos destellos salvajes que siempre se nos pide a la juventud.

*El sufrimiento como expresión artística

Vemos a un Cronenberg mucho más reflexivo en Crímenes del futuro que en películas de estilo similar como ‘Videodrome’ (1983) o ‘Crash’ (1996). En esta ocasión desde el principio nos transporta a un universo distinto, algo que no me llega a convencer, ya que me gustaban más esas obras en las que utilizaba la realidad misma y la modificaba a su antojo. Algo similar a lo que sucede en la primera película de la trilogía original de ‘Mad Max’, donde el mundo real es modificado de forma física y se le añaden elementos de ciencia ficción.

Las reflexiones que plantea siempre son transgresoras, tanto en su ejecución visual, como en el apartado dialogado, mostrando quizá, su punto de vista sobre la concepción artística. Podemos ver cómo el cineasta se vuelve a sentir a gusto a partir de la revisión de sus orígenes, con imágenes de cuerpos siendo operados en directo y performances de deformaciones corporales.

Dentro del apartado de dirección descuida un poco las actuaciones, aunque la elección de casting es muy acertada, con un Viggo Mortensen convaleciente y una Kristen Stewart que deslumbra en sus pocas apariciones. Unas interpretaciones muy hieráticas, que se conjugan a la perfección con los FX (efectos físicos) que emplea a lo largo de toda la obra, aportando un toque retro y una visión romántica sobre el arte hecho con las manos, algo que vemos en las propias cirugías.

*Conclusión

Tras el fracaso que supuso ‘Maps to the stars’ (2014), Crímenes del futuro se convierte en una de las mejores obras de David Cronenberg. Sin embargo, le falta esa frescura que tenía cuando empezó con ‘’la nueva carne’’, en la que supo mezclar muy bien la realidad, con la ciencia ficción. También es cierto, que el guion no acaba de estar bien desarrollado y menos, enmarcado en un ambiente futurista.

Me encantan todas las imágenes que genera con FX, aportando esta corporalidad que requiere la trama, como sucedía en sus primeras obras. Incluso el David Cronenberg menos innovador, es más arriesgado que muchos directores actuales. Lo confirmamos, ¡Cronenberg está de vuelta!

Escrito por Santiago Varela Antúnez