Max (Bateman) y Annie (Mc Adams) son la pareja perfecta; ambos aman los juegos y competencias y desde que se conocieron hace algunos años han llevado su pasión por los juegos de todo tipo a los más altos niveles; son tan intensamente compatibles que se adivinan casi el pensamiento. Son un equipo imparable al momento de competir.

Por ello, desde hace un tiempo de manera regular se reúnen con amigos una vez a la semana por la noche para jugar a “lo que sea” Desde Monopoly hasta Dígalo con mímica, Scrabble, Jenga…A estas reuniones asisten: Ryan (Billy Magnussen) quien es un poco tonto y superficial, Sarah (Sharon Horgan), la cita lista de Ryan, Kevin y Michelle (Lamorne Morris y Kylie Bunbury ); que son esposos y que fueron novios desde la preparatoria y… el hermano de Max; Brooks (Kyle Chandler) quien es más guapo, sexy, exitoso y rico que Max… y al cual secretamente Max siempre ha envidiado.

Últimamente, han decidido dejar fuera de su club a Gary (Jesse Plemons ) un vecino demasiado raro que además es policía… y Gary no está muy feliz con eso.

Un buen día, Brooks desafía al grupo para que vayan a su casa donde les tiene preparada una sorpresa demasiado excitante. El grupo acepta y de improviso las cosas comienzan a tomar un rumbo completamente diferente a las usuales noches de juegos. Los amigos sin saber serán parte de un plan que incluye secuestro, mafiosos, testigos protegidos, criminales Búlgaros, Clubes de pelea, huevos Fabergé, balas perdidas y crimen…

Dirigida por John Francis Daley y Jonathan Goldstein y escrita en equipo con Mark Perez, (el escritor que nos trajo “Cómo acabar con tu jefe” (2011) y “Vacaciones” (2015)) este clan ataca duro y a la cabeza rompiendo todas las barreras de lo absurdo y la mala leche para provocar llorar de risa por algo que nos deberíamos de sentir francamente culpables, pero… quién no se ha burlado del mal ajeno?

Y la cosa es que, desde el comienzo, la mala leche brota descomunal y sarcástica cuando Max y Annie hacen lo imposible por evadir a su vecino y negarle que esa noche va a haber “noche de juego”. La llegada del hermano incómodo y envidiado de Max da el punto para que la locura comience y la carrera sin fin, rompiendo todos los esquemas de lo absurdo e imposible caiga en cascada, provocando las situaciones más bizarras pero morbosamente divertidas. Obviamente sabes desde el principio que no vas a ver Tarkovsky y que debes entrar en la convención que es lo que verás es “el máximo grado de absurdo que sea posible imaginar”, (o más allá) Si lo tomas por ahí, puedes divertirte.

Básicamente no es que descubran el hilo negro, porque estas cintas de “todo sale fuera de control” ya las hemos conocemos desde los 80’s con ejemplos como “Despedida de Soltero” o “The Hangover”, “Pinneaple Express” y hasta “This is the end”.

Generalmente son una generosa demostración de que cuando las cosas pueden ir mal van mucho, pero mucho, peor. El enorme cúmulo de excesos se reúnen con la comedia de humor negro y la fórmula funciona (aún más cuando se implican sustancias prohibidas y sexo) el giro adicional aquí es la comedia de acción y peligro, con todos esos personajes secundarios inmiscuidos, provenientes desde Donald Anderton, un magnate demencial (Danny Huston), mafiosos de sangre fría como El Búlgaro (Michael C. Hall ) hasta un Denzel que no es Denzel… Lo importante es que aunque sean papeles secundarios todos tienen sus cinco minutos de fama.

Evidentemente cuando suceden los acontecimientos que detonan la acción, es hilarante ver como los personajes creen que se trata de una actuación; que es parte del juego de ese día y cómo tontamente van hundiéndose en la realidad que los va a llevar a mezclarse con la mafia y la muerte.

Y aunque la trama sea desbocada, los personajes siguen una historia que los va a llevar de un punto a otro (increíble pero en medio de tanta bobería les da tiempo para dejarnos ver cómo evolucionan, sentimentalmente y psicológicamente) el guión está construido para que en el terreno de lo absurdo al máximo, los excesos sean soportables. Para que, aunque sea un tema de comedia de humor negro basado en la desgracia exagerada, los límites sean bien marcados. El balance entre lo real y lo imaginario está muy bien llevado sin caer en lo complicado.

Noche de Juegos es una comedia bien estructurada en su arena de simpleza y exageración, se condimenta a las mil maravillas con la trama de acción y peligro, y aunque sucedan en situaciones extremas (como suceden en todas las películas de este género) y suene casi indecente reírse con las peripecias de las desgracias de los personajes, deja el placer culpable a un lado y solo enfócate en el placer de seguir los disparates al máximo.

Escrito por Fabian Quezada Leon
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