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Voto de Cinemagavia:
4
Comedia. Ciencia ficción En 1955, colegiales y padres de todo el país se reúnen para un concurso escolar dedicado a la observación de fenómenos astronómicos (Junior Stargazer Convention) que se lleva a cabo en una ciudad ficticia del desierto estadounidense llamada Asteroid City. La convención se verá espectacularmente interrumpida por eventos que cambian el mundo. (FILMAFFINITY)
25 de mayo de 2023
167 de 215 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Depuración del discurso

¿Todos los artistas deben contarnos algo con su arte? Esta es la pregunta que nos plantea Wes Anderson con esta película. Tras recibir comentarios muy duros por parte de la crítica con su anterior obra ‘La crónica francesa’ (2021), parece que se ha dispuesto a confrontarlos y aferrarse a sus ideas como creador.

En el pasado pudimos ver obras como ‘Academia Rushmore’ (1998) o ‘Viaje a Darjeeling’ (2007), que eran una mezcla entre realismo y el control excesivo de las imágenes, siendo esta última con la que acabaría esta primera etapa de carácter más naturalista. Después entró en una segunda fase donde las historias seguían teniendo un mensaje claro y estaban ‘’envueltas por un papel de caramelo’’, como ‘El Gran Hotel Budapest’ (2014). Por último, en esta tercera etapa, ha pasado a una fase de manierismo extremo, donde la forma interesa más que el fondo. Pudimos dilucidar que había tomado este camino con ‘La crónica francesa’ (2021), en la que se podía apreciar un Wes Anderson más centrado en la imagen y en mostrar el aparato cinematográfico.

Asteroid City correspondería a esta tercera etapa de su cine, donde deja la narratividad expuesta ante el espectador, pareciera un cirujano que exhibe un cuerpo abierto. Ahora el arte se ha convertido en imagen pura y el discurso se ha diluido tanto, que no entendemos qué nos quiere contar. Es más, llegado un momento, reproduce en boca de Adrien Brody, que lo que cuenta o si se entiende, no importa, lo que importa es la catarsis que sentimos cuando vemos las imágenes de sus películas.

*Imagen frente a sentimiento

Asteroid City descompone la naturaleza americana y exhibe los problemas de la carrera astronómica desde que dio comienzo. Nos presenta una sociedad alienada y sometida al yugo gubernamental capitalista, donde los artistas son alienígenas y el público, individuos con emociones limitadas que no saben qué hacer con su vida, simplemente se centran en lo banal y lo superfluo.

Wes Anderson se centra tanto en la imagen, que se le olvida que para poder disfrutar debemos emocionarnos. La belleza de sus imágenes no es suficiente, muchas de ellas están vacías y solo vemos a actores, interpretando actores, que interpretan a personajes, es decir, acciones y gags sin conexión. No dudo que detrás de todo ello haya una historia clara, pero no acabo de comprender la excesiva variación del punto de vista con elipsis espacio-temporales. Es una obra de teatro donde cada escena se cuenta con independencia del relato central.

A pesar de todo esto, debemos valorar su imaginario y la gran belleza de su arte, con encuadres milimétricos y juego de formatos, con personajes que hablan muy rápido y actuaciones hieráticas que no muestran ni un solo sentimiento. Sigue siendo una película de Wes Anderson al uso y el disfrute se mantiene en unos estándares muy altos, pero pareciera que el director se ha vaciado y necesita llenarse de nuevas ideas para hacernos disfrutar de nuevo del amor, la pasión o del propio viaje que significa vivir.

*Conclusión

Con Asteroid City, Wes Anderson se asienta en su estética manierista y difunde un mensaje claro, su arte no es para emocionarse, sino para divertirse. Una ausencia de discurso que provoca que nos separemos de la película y nos quedemos fríos ante lo que quiere contar, intentamos conectar constantemente con algo, pero la película nos repele.

Sin embargo, en el apartado técnico ha depurado tanto su estilo, que disfrutamos viendo dobles enfoques, planos con encuadres milimétricos y movimientos de cámara y de personajes como si viviéramos en un cuento. Dichas imágenes nos devuelven el reflejo de una sociedad vacía, en la que ya no queda nada, ni si quiera el sentimiento, pero debemos intentar aferrarnos a las emociones para disfrutar más de la vida.

Escrito por Santiago Varela Antúnez
Cinemagavia
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