Interesante policial español que a pesar de tener algunas subtramas sin sentido logra mantener al espectador en vilo durante todo su metraje, intentando dilucidar quien fue el autor de un secuestro de dos hermanas en un remoto pueblo en las marismas de Guadalquivir. Hasta allí llegan dos policías totalmente opuesto en su forma de pensar y actuar, que se toleran poco y que obligadamente deben trabajar juntos. Así poco a poco se adentrarán en un pueblo lleno de gente cerrada, con códigos propios y con pocas ganas de colaborar si no se obtiene algo a cambio. Dentro de los personajes muy correcto Raúl Arévalo transmitiendo ese deseo de saber la verdad a cualquier precio y en igual medida Javier Gutiérrez que con otros métodos, relacionado con su pasado franquista, tratara de llegar al mismo destino que su compañero, en cambio en un papel totalmente desaprovechado encontramos a Antonio de la Torre quien es parte de, como dije anteriormente, una subtrama que no aporta nada. Me gusto mucho la fotografía recreando un ambiente desolador acompañado por una lluvia constante en el tramo final del film. Para ver.