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Ciencia ficción. Drama. Romance
Narra una historia de amor no convencional, ambientada en un mundo distópico, en el que según las reglas establecidas, los solteros son arrestados y enviados a un lugar donde tienen que encontrar pareja en un plazo de 45 días. El tema central es la soledad, el temor a morir solo, a vivir solo, y también al temor a vivir con alguien. (FILMAFFINITY)
20 de abril de 2016
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé si quiero agradecer o reprochar a la madre de Yorgos Lanthinos que nunca llevara a su hijo a un buen "loquero". Desde luego el tema de matar animales en sus pelis debería mirarse lo... (me alivia pensar que aquí, lo que muere no son animales, sino "ex-personas".)
El caso es que este director suele hacer películas "rarunas" pero potentes, a los que nos gustan las bizarradas nos encanta, pero lo curioso es que también llega a mucha gente que prefiere un cine más llano o comercial. No hablo de los críticos a sueldo a los que, si la peli no aborrega o se sale de los parámetros, no parece gustarles, pero de estos "creadores de opinión" yo paso bastante...
Personalmente, me decanto por las películas que hacen análisis políticos y sociales, y el director ya me fascinó con su largometraje Canino y su crítica al hermetismo de una familia/mini-sociedad patriarcal y totalitaria en la que los progenitores manipulan a sus hijos desvirtuando la realidad mediante la educación. Canino es una película claustrofóbica que abarca una idea muy global, pero con Langosta, el director ha escarbado un poquito más hondo en cada ser humano para criticar con humor, -pues el tema tampoco demanda mayor dramatismo-, nuestro comportamiento hacia las relaciones amorosas, la idealización, el pragmatismo, y nuestro intento de sistematizarlo todo.
En la primera parte del film, Yorgos nos lleva a la caspa máxima de los idilios; que levante la mano quien no haya estado nunca de vacaciones con su parejita en uno de esos hoteles horteras con animación y pulserita de "todo incluido" haciendo cosas que no le apetece hacer, por complacer a su cónyuge. Quien no ha comprado uno de esos packs que los mercados venden bombardeando nuestros sentidos, imponiendo así "modelos" sociales a seguir?
La socarronería y exageración que dan forma al film permiten al director lanzarnos varios dardos tranquilizadores, o al menos "baja-humos" que dan en el blanco; -nada como tener un hijo para resolver los problemas de pareja, o la idea de que si estás soltero eres un fracasado.
Pero por encima de todo, creo que el director critica nuestra terrible obsesión por medir de alguna forma la compatibilidad que hay entre "yo" y "esa persona" que te hace sentir mariposillas en el estómago, esa obstinación de que tu "alma gemela" debe tener cosas en común contigo, algo, cualquier cosa a la que aferrarse para sentir seguridad y creer que será eterno y para siempre... nos pone un espejo delante para que veamos el patetismo de nuestro constante miedo a la soledad.
Sigo en Spoiler.
El caso es que este director suele hacer películas "rarunas" pero potentes, a los que nos gustan las bizarradas nos encanta, pero lo curioso es que también llega a mucha gente que prefiere un cine más llano o comercial. No hablo de los críticos a sueldo a los que, si la peli no aborrega o se sale de los parámetros, no parece gustarles, pero de estos "creadores de opinión" yo paso bastante...
Personalmente, me decanto por las películas que hacen análisis políticos y sociales, y el director ya me fascinó con su largometraje Canino y su crítica al hermetismo de una familia/mini-sociedad patriarcal y totalitaria en la que los progenitores manipulan a sus hijos desvirtuando la realidad mediante la educación. Canino es una película claustrofóbica que abarca una idea muy global, pero con Langosta, el director ha escarbado un poquito más hondo en cada ser humano para criticar con humor, -pues el tema tampoco demanda mayor dramatismo-, nuestro comportamiento hacia las relaciones amorosas, la idealización, el pragmatismo, y nuestro intento de sistematizarlo todo.
En la primera parte del film, Yorgos nos lleva a la caspa máxima de los idilios; que levante la mano quien no haya estado nunca de vacaciones con su parejita en uno de esos hoteles horteras con animación y pulserita de "todo incluido" haciendo cosas que no le apetece hacer, por complacer a su cónyuge. Quien no ha comprado uno de esos packs que los mercados venden bombardeando nuestros sentidos, imponiendo así "modelos" sociales a seguir?
La socarronería y exageración que dan forma al film permiten al director lanzarnos varios dardos tranquilizadores, o al menos "baja-humos" que dan en el blanco; -nada como tener un hijo para resolver los problemas de pareja, o la idea de que si estás soltero eres un fracasado.
Pero por encima de todo, creo que el director critica nuestra terrible obsesión por medir de alguna forma la compatibilidad que hay entre "yo" y "esa persona" que te hace sentir mariposillas en el estómago, esa obstinación de que tu "alma gemela" debe tener cosas en común contigo, algo, cualquier cosa a la que aferrarse para sentir seguridad y creer que será eterno y para siempre... nos pone un espejo delante para que veamos el patetismo de nuestro constante miedo a la soledad.
Sigo en Spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En la segunda parte del film, vamos a convivir con el extremo opuesto: los solteritos de oro sólo bailan techno (porque bailar pegado no es bailar, como nos probará en la fiesta de celebración la rebelde infiltrada como doncella en el hotel), están radicalmente en contra de las relaciones íntimas de cualquier tipo, y al más mínimo flirteo puedes perder los labios, la vista, etc. No son simples rebeldes en contra del sistema que te arresta si estás soltero, lo más importante, es que no creen en el amor, saben que en la ficción Jack le deja la tabla de madera a Rose y muere para que ella se salve, pero en la realidad, ante el cañón y la decisión de "Tú" o "ella", el ego gana, como nos demostrará la pareja "modelo" que regenta el hotel.
No obstante, la necesidad de envejecer junto a alguien, es un deseo intrínseco en el ser humano, incluso inevitable, pues nadie quiere atragantarse con una aceituna sin tener a alguien cerca que te salve la vida, claro, y por eso, la resolución del largometraje me ha parecido angustiosamente sublime.
Vuelve a criticar la creencia consolidada de que tu pareja tiene que ser tu media naranja, la mitad de ti, como tú pues...
El amor no es suficiente; por un momento la relación del protagonista con la mujer que ama se columpia en la cuerda floja al perder ella la vista y su "cosa en común".
El amor triunfa finalmente; y para que la relación sea fuerte y sólida, él decide clavarse un cuchillo en los ojos para poder seguir teniendo "algo en común".
Si, Yorgos si... hacemos muuuuuuchas tonterías EN NOMBRE del amor.
No obstante, la necesidad de envejecer junto a alguien, es un deseo intrínseco en el ser humano, incluso inevitable, pues nadie quiere atragantarse con una aceituna sin tener a alguien cerca que te salve la vida, claro, y por eso, la resolución del largometraje me ha parecido angustiosamente sublime.
Vuelve a criticar la creencia consolidada de que tu pareja tiene que ser tu media naranja, la mitad de ti, como tú pues...
El amor no es suficiente; por un momento la relación del protagonista con la mujer que ama se columpia en la cuerda floja al perder ella la vista y su "cosa en común".
El amor triunfa finalmente; y para que la relación sea fuerte y sólida, él decide clavarse un cuchillo en los ojos para poder seguir teniendo "algo en común".
Si, Yorgos si... hacemos muuuuuuchas tonterías EN NOMBRE del amor.