Parece que el director sabía lo que nos venía encima con la tele-realidad.
Una gran idea en la cual podemos ver al mejor rol de Jim Carrey (para mí), que aun guardando muecas es sensiblemente entrañable.
Es de esas pocas películas que te dejan con la boca abierta cuando la descubres y que las veces siguientes, te das cuenta de un nuevo detalle, pero ya no se experimenta esa misma sensación.
Muy, muy original con algunos pasajes que quedarán en mi memoria... gracias.