Estoy en estado de shock después de ver el fenómeno cinéfilo patrio de las últimas décadas. Si no fuera por el tan cacareado boca a boca sin duda no la hubiera visto. Después de verla pienso en la cantidad de gente como yo que nos hemos sentido un poco borregos al unirme a la avalancha de espectadores que ha recibido esta película.
No es que sea mala, es normalita, del montón, un capítulo de Aída de 90 minutos, con cuatro chistes buenos y poco más y alucino con que la gente la recomiende tanto y la cantidad de espectadores que acumula.
A lo mejor el problema es mio, pero me siento muy lejos de considerar esta una película a recomendar.