Media votos
7,4
Votos
83
Críticas
7
Listas
5
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Ana Mayo :
8
6,4
1.005
Drama
Un poeta que se hospeda en un hotel de la ribera llama a sus dos hijos con los que no se reúne desde hace tiempo para que vayan a verle. Esta repentina decisión parece estar motivada por su extraña impresión de que va a morir en cualquier momento. Mientras la familia intenta ponerse al día, una mujer que ha sido engañada por su pareja se muda al hotel. Nada más llegar a su habitación, telefonea a un amigo para que se encuentre con ella. ... [+]
1 de marzo de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas de Hong Sang-soo abordan la vida cotidiana y tejen un mapa de las relaciones interpersonales, poniendo énfasis en la cartografía de los sentimientos (sobre todo la soledad e intemperie del alma humana). Es un director que suele trabajar con presupuestos bajos y rodajes cortos, de hecho “Hotel by the river” fue filmada entre el 29 de enero y el 14 de febrero de 2018. Cosechó los premios a mejor película y guión en el Festival Internacional de Cine de Gijón. Por su parte, el actor principal, Joo-Bong Ki, obtuvo los premios a mejor actor en el citado Festival de Gijón y también en el Festival de Locarno.
Este filme en blanco y negro, de título tan evocador, en el apartado de fotografía se caracteriza por composiciones y encuadres minimalistas. El director nos muestra un poema que debemos interpretar, un poema que se asemeja a los haikus que cantan a la belleza del paisaje y al sentido de la vida. En efecto, todo nos conduce a la poesía, porque Joo-Bong Ki da vida a un poeta, buscador de la esencia más profunda de las cosas, que se fija en los detalles (“esta planta necesita agua”), en el significado de los nombres, en el impresionante espectáculo de la nieve recién caída, en la armonía de dos mujeres que caminan juntas sobre el inmenso blanco… Pero este poeta tiene el presentimiento de que va a morir pronto, y siente la necesidad de llamar a sus hijos para que le hagan una visita al hotel donde se aloja.
Merece la pena el visionado de esta cinta por tres razones:
La primera razón es por la importancia de conceptos como “bendición” y “agradecimiento”. La nieve como bendición, como regalo del invierno, aunque estemos viviendo una situación dolorosa. La nieve no detiene a las urracas, que se afanan por construir su nido en el árbol situado frente a la ventana del hotel. Presenciar el espectáculo de la naturaleza es una razón para sentirnos agradecidos.
La segunda es que Hong Sang-soo compone un poema visual que hay que degustar en silenciosa calma, como los grandes haikus, como aquel kaiku de Issa Kobayashi: “Noche nevada. / Hay personas que caminan / calladas.”
Y la tercera razón es porque asistimos a una lección (en spoiler) que se nos revela de manera sencilla, sentados a la mesa de esa cafetería de hotel.
Este filme en blanco y negro, de título tan evocador, en el apartado de fotografía se caracteriza por composiciones y encuadres minimalistas. El director nos muestra un poema que debemos interpretar, un poema que se asemeja a los haikus que cantan a la belleza del paisaje y al sentido de la vida. En efecto, todo nos conduce a la poesía, porque Joo-Bong Ki da vida a un poeta, buscador de la esencia más profunda de las cosas, que se fija en los detalles (“esta planta necesita agua”), en el significado de los nombres, en el impresionante espectáculo de la nieve recién caída, en la armonía de dos mujeres que caminan juntas sobre el inmenso blanco… Pero este poeta tiene el presentimiento de que va a morir pronto, y siente la necesidad de llamar a sus hijos para que le hagan una visita al hotel donde se aloja.
Merece la pena el visionado de esta cinta por tres razones:
La primera razón es por la importancia de conceptos como “bendición” y “agradecimiento”. La nieve como bendición, como regalo del invierno, aunque estemos viviendo una situación dolorosa. La nieve no detiene a las urracas, que se afanan por construir su nido en el árbol situado frente a la ventana del hotel. Presenciar el espectáculo de la naturaleza es una razón para sentirnos agradecidos.
La segunda es que Hong Sang-soo compone un poema visual que hay que degustar en silenciosa calma, como los grandes haikus, como aquel kaiku de Issa Kobayashi: “Noche nevada. / Hay personas que caminan / calladas.”
Y la tercera razón es porque asistimos a una lección (en spoiler) que se nos revela de manera sencilla, sentados a la mesa de esa cafetería de hotel.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Tenemos dos mentes; una mente puede tocar el cielo y la otra caminar a ras de suelo. Para vivir en equilibrio, esas dos mentes deberían ir juntas. Cuando nacemos, pertenecemos al cielo pero debemos aprender a comportarnos como seres humanos aquí abajo, y ser una mente que camina por la calle, una mente práctica. El secreto de la vida es poder armonizar nuestras dos mentes: nuestro lado espiritual y nuestro lado humano o práctico.