Tras bastantes decepciones con Álex de la Iglesia, francamente, no esperaba nada de este filme, por muy sugerente que fuese el tráiler. Y me ha sorprendido gratamente. Relata una situación, hasta cierto punto surrealista, emparentada de lejos con "El Ángel exterminador" de Buñuel y con uno de los primeros comics del "Sandman" de Neil Gaiman, que relataba como un indigente que controlaba el comportamiento humano, retenía a un conjunto de personas en una cafetería y les hacia cometer todo tipo de perrerías para su diversión.

El film de De la Iglesia ya te informa, desde el primer segundo, cual va a ser la causa de dicho aislamiento. Es lo de menos. Porque el punto fuerte es el estudio de las miserias humanas ante una situación de riesgo vital. Dicho estudio es sublime, desde la locura letal, al histerismo, egoísmo y al altruismo desinteresado.

De la Iglesia consigue un filme que te mantiene pendiente de lo que ocurre en el filme, sin saber muy bien que les deparará a los personajes, otro acierto del filme. Un buen ritmo, unas soberbias interpretaciones, ponen la guinda a un notable trabajo.