Clásico cincuentero. Y como tal hay que verlo. Una de las películas más famosas y logradas de Mr. B.I.G., homenajeado en el film "Matinee" por Joe Dante. Una araña peluda y gigantesca, sin explicación alguna, aparece en un pequeño pueblo rural de los USA y empieza a merendarse gente. Tendremos teenagers con sus cazadoras de High School, las novias a lo Sandra Dee, sin vicio alguno en sus miradas, el rock and roll capaz de despertar a los insectos catatónicos, el profesor científico del Instituto también homenajeado en "Evolution" de Ivan Reitman, el policia fondón y los paisanos de pueblo. Curiosamente, no aparecen en el filme ni la enamorada del profesor, que es un señor casado, ni los militares salvapatrias. Aquí todo lo arreglarán los del pueblo.

Los efectos especiales tienen su encanto. Aparte del objetivo macro para una araña real, que la superponen en las imágenes, ruedan en una cueva de estudio superponiendo en el propio plano fotografía del interior de las cuevas de Carlsbad, ofreciéndonos unas imágenes como irreales y artificiales, pero que cumplen.

No le busquen las vueltas al guión. Hay un bicho gigante que se come gente y hay que matarlo, pero el muy taimado no se deja. Y punto. Como todas las de monstruos, como "Tiburón" de Spielberg. Aunque inferior a la maravillosa "Them! AKA La humanidad en peligro", se deja ver con gusto.

Valga esta crítica como homenaje a su director, Bert I. Gordon, que murió con 100 años este 8 de marzo. ¡Gracias por su cine!