Fury ("Corazones de Acero", toma castaña de título en castellano) cae en el error en que están cayendo últimamente casi todas las películas de Hollywood que quieren ser "algo más". Que intentando contentar a todo el mundo acaban por no gustar a nadie. Y es que Ayer quiso hacer algo increíble, fusionar varias películas en una, a saber:

- Peli molona, de acción, palomitera, revienta-taquillas. Para eso pones tanques, tiros, Brad Pitt, WW II.
- Peli denuncia. La guerra es muy mala, convierte a la gente en bestias.
- Peli dramática. Un joven bueno, idealista, religioso y cándido se enfrenta a lo expresado en el punto anterior.
- Peli americanada. God bless America. Cinco yanquis pueden cargarse un pelotón de nazis y al mismo tiempo hacer chistes y citar la Biblia.

Lo malo es que para que este cóctel se mezcle bien hay que ser un director de los que ya casi no quedan, así que a Ayer le sale un mejunje que al principio sabe bien pero va cogiendo un regustillo raro para acabar dando arcadas.

Hay que apreciar su esfuerzo en ofrecer algo de calidad, en ese realismo cutre que ya no es novedad o en unos actores que se esfuerzan por dignificar sus papeles. Pero el resultado es farragoso, con un guión en el que las escenas se suceden sin demasiada continuidad. Al final uno se queda dudando sobre lo que realmente quería contar Ayer y su guionista, a que palo de los cuatro que he citado quieren jugársela. Porque no se puede estar en misa y repicando...

P.D. Y ese horroroso final, por Dios. Ya no en lo absurdo si no en lo repetitivo de la situación en el cine americano...