Aceptable película de finales de los 70 en la que se puede disfrutar de unas buenas persecuciones de coches,
de cuando no había efectos digitales y la emoción la creaban especialistas y coches preparados para correr.
No me sonaba este film, quizás porque Ryan O´Neal estaba de moda en aquella época, pero es un actor que no ha triunfado como icono ni ha trascendido como Paul Newman, Clint Eastwood o Steve McQueen. Aunque protagonizó dos películas míticas, una de las mejores historias de amor y una de las mejores películas sobre la Europa del siglo XVIII, Love Story y Barry Lyndon respectivamente.
Me gustó más la interpretación de Bruce Dern, un secundario que casi siempre esta muy bien en sus papeles y pienso que lleva el peso de la película y el principal responsable del éxito de la misma.