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Voto de Aurelio Pérez Rocha:
8
Thriller. Drama Steven es un eminente cirujano casado con Anna, una respetada oftalmóloga. Viven felices junto a sus dos hijos, Kim y Bob. Cuando Steven entabla amistad con Martin, un chico de dieciséis años huérfano de padre, a quien decide proteger, los acontecimientos dan un giro siniestro. Steven tendrá que escoger entre cometer un impactante sacrificio o arriesgarse a perderlo todo. (FILMAFFINITY)
1 de marzo de 2018
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Una representación muy personal del mito de Agamenón e Ifigenia es la que hace Yorgos Lanthimos en la cinta El Sacrificio del Ciervo Sagrado, que, a grandes rasgos resulta bellamente realizada gracias a la medida conexión de elementos técnicos y artísticos que contribuyen a redondearla. Muy en su línea de provocador y en consonancia con su visión crítica de la sociedad contemporánea, el artífice de Colmillos (Kynodontas, 2009) y la magistral La Langosta (The Lobster, 2015), nos ofrece su filme menos incendiario aunque igual de poderoso en cuanto a la carga moral de su relato.
El filme narra la fatídica historia de Steven, un exitoso cirujano que tiene una vida feliz al lado de su mujer, una
eminente oftalmóloga, y sus dos hijos pubertos, Kim y Bob, pero todo da un giro de 180 grados cuando se involucra cada vez más con Martin, un chico al que se siente unido por un terrible hecho. Este aparentemente inofensivo y frágil adolescente mutará a un siniestro personaje que trastocará para siempre la apacible y envidiable existencia de Steven. Lanthimos nos muestra descarnadamente el concepto de la causalidad al tiempo que cuestiona la idea de la familia, todo ello a través de disfrutables secuencias que estilísticamente
evocan a Stanley Kubrick. Podemos decir que se trata de un drama de emociones contenidas con
una narrativa visual aséptica en la que predominan encuadres angulares así como planos abiertos y travellings con una pulcra fotografía en tonos fríos y aderezada con un banda sonora que contribuye a la atmósfera
perturbadora que construye el cineasta griego. Con ecos de Michael Haneke, Lanthimos continúa con el matiz oscuro de sus filmes predecesores, aunque aquí se permite recuperar la estructura de la tragedia clásica, de la que parece abrevar con voracidad adecuándola a los tiempos que corren, lo que resulta un tanto terrorífico. Deslumbrante Nicole Kidman en el papel de la madre, aunque Colin Farrell, con una apariencia alejada de su imagen de galán se lleva las palmas con su atinada interpretación del patriarca cuyo mundo parece derrumbarse de pronto.
Aurelio Pérez Rocha
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