Cuando la hija y el cura se mudan a vivir al piso de arriba, la disposición de la casa es la misma que la disposición de la casa de Desi, con lo cual te mareas, porque es imposible que si en la 2ª planta hay dos pisos, desde dentro de la casa la escalera de los dos quede siempre a la izquierda. Una chapucilla, como la de incluir a otra Inés en vez de la original (se lo creyó la tonta, y ahora a ver en qué está trabajando).

Los capítulos de las persecuciones de la policía y la adicción al juego de Antonio, son los mejores. Lo demás, pajita, pajita.