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Voto de Black Floyd:
9
6,8
40.850
Drama. Comedia
Jasmine, una mujer rica y glamourosa de la alta sociedad neoyorquina, se encuentra de repente sin dinero y sin casa. Decide entonces mudarse a San Francisco a vivir con su hermana Ginger, una mujer de clase trabajadora que vive con su novio en un pequeño apartamento. Jasmine, que atraviesa el momento más crítico de su vida, se dedica a tomar antidepresivos y a recordar su antigua vida en Manhattan. (FILMAFFINITY)
23 de enero de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo lo que pienso sobre esta última película esta en el spoiler; lo que pienso sobre Allen y sobre la feliz (y amarga a un tiempo) conclusión del asunto.
Fotografía cálida, una vez más bañada en un tono dorado, anaranajado, como crepuscular; maravillosa banda sonora, donde el jazz inmortal suena vistiendo la cidad de San Francisco.
Los personajes son geniales. Jasmine: Hueca, superficial, inútil, pedante, histérica.
Ginger (la hermanastra): Básica, cálida, generosa dentro de sus posibilidades, elemental, más genuina y adorable que su hermana. Hal (el marido de Jasmine): Asqueroso, frío, corrupto, vil, patético. Chili: Un bruto simpatico, una bestia, sanguíneo y sincero.
El resto, abajo:
Fotografía cálida, una vez más bañada en un tono dorado, anaranajado, como crepuscular; maravillosa banda sonora, donde el jazz inmortal suena vistiendo la cidad de San Francisco.
Los personajes son geniales. Jasmine: Hueca, superficial, inútil, pedante, histérica.
Ginger (la hermanastra): Básica, cálida, generosa dentro de sus posibilidades, elemental, más genuina y adorable que su hermana. Hal (el marido de Jasmine): Asqueroso, frío, corrupto, vil, patético. Chili: Un bruto simpatico, una bestia, sanguíneo y sincero.
El resto, abajo:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Al final de la película, uno entiende que la conclusión es inmejorable; lo entiende porque intuimos que la cosa es así de simple. ¿Cuántas cosas serían más sencillas, cuántas agobios, cuántos pesares podrían ser barridos tomando lo sencillo de la vida, lo más básico que podamos aceptar de ella, sin que por eso uno deba ser vil, o excesivamente conformista, plano, brutal?, sino que por el contrario, como es el caso de este sagitariano director, el cuál es amante de la buena literatura, la buena música y fotografía y cine y arte en todas sus múltiples manifestaciones, demuestra que en definitiva, lo esencial, lo primordial, es el goce de lo cotidiano, sin que por esto, repito, no se pueda tener miras más elevadas; pero, es que en el camino a la cima de la montaña (nuestro gran anhelo, nuestra meta), ¿no se puede conmover uno, mientras asciende, con los deliciosos meandros, humedecidos de sombra y perfumados de tierra virgen, los hilos de agua, las porciones de cielo entre los árboles y los juegos de luz, esos variados rombos de sol en la hierba? ¿Tenemos que mirar necesariamente la cima, sin disfrutar de ese cielo despejado de nubes?. Lo digo, lo afirmo; la amistad, el amor, en todas sus variantes, nos salvan del abismo, de la angustia, del spleen, del peso formidable de la existencia, del miedo al porvenir, al futuro incierto, al presente inasible, al pasado tumultuoso; amistad y amor, de hijos, padres, mujeres, hombres, animales, diluyen el caos, erigen un altar donde quemar la melancolía, de desterrarla.
El dinero es, o debería ser un medio; cuando se convierte en un fin, la vida se convierte en la nada misma; nadie es genuino, nadie esta cerca de uno sino por algún interés, y eso es todo.
"Blue Jasmine" es una gran muestra de lo dicho; mientras los rústicos personajes se aferran a las pasiones del momento, Jasmine (o Jeanette) aspira a alturas falaces; ella es tan o más superficial, burda, y patética que su hermanastra; quién la acoge con calidez a pesar del desprecio, del sentimiento de superioridad de Jasmine; se demuestra, además, que Jasmine es una inútil completa; perdiendo su tiempo en clases de yoga, de reuniones con amigas tan bestiales, tan vacías, tan frías y cornudas como ella, mientras el marido la "mimaba" y consentía con golosinas caras, mientras ella "miraba hacia otro lado", como todas las mujeres de políticos y empresarios de dudosa reputación, mientras ellas vivan en ese mundo, en esa burbuja de absoluta imbecilidad, es cierto, con confort, y champaña costosa, y fiestas lujosas, donde todos se miden el valor humano mediante la billetera...bueno, mientras todo ese circo iluminado con luces de colores, mientras dure el show; esas mujeres, esas denostadoras, esas venenosas, seguirán mirando hacia otro lado.
No hay diferencias sustanciales, entonces, entre Jasmine y Ginger; ambas son básicas. Ginger es genuina, transparente, limitada cierto, pero sincera; Jasmine es repugnante, ingnorante y cursi, inútil, poco talentosa; solo sirve para acompañante de alguien. Por si misma, no es nada ni nadie.
Lo más importante en la vida, demostrado está, y sobradamente, son las cosas básicas: padres, hermanos, hijos, amigos y mascotas, todos sanos, reales, defectuosos, brutales, elementales, pero originales, sin artificios ni dobles intenciones.
El resto, es lo supérfluo, es decoración, vacío, abismo...
El dinero es, o debería ser un medio; cuando se convierte en un fin, la vida se convierte en la nada misma; nadie es genuino, nadie esta cerca de uno sino por algún interés, y eso es todo.
"Blue Jasmine" es una gran muestra de lo dicho; mientras los rústicos personajes se aferran a las pasiones del momento, Jasmine (o Jeanette) aspira a alturas falaces; ella es tan o más superficial, burda, y patética que su hermanastra; quién la acoge con calidez a pesar del desprecio, del sentimiento de superioridad de Jasmine; se demuestra, además, que Jasmine es una inútil completa; perdiendo su tiempo en clases de yoga, de reuniones con amigas tan bestiales, tan vacías, tan frías y cornudas como ella, mientras el marido la "mimaba" y consentía con golosinas caras, mientras ella "miraba hacia otro lado", como todas las mujeres de políticos y empresarios de dudosa reputación, mientras ellas vivan en ese mundo, en esa burbuja de absoluta imbecilidad, es cierto, con confort, y champaña costosa, y fiestas lujosas, donde todos se miden el valor humano mediante la billetera...bueno, mientras todo ese circo iluminado con luces de colores, mientras dure el show; esas mujeres, esas denostadoras, esas venenosas, seguirán mirando hacia otro lado.
No hay diferencias sustanciales, entonces, entre Jasmine y Ginger; ambas son básicas. Ginger es genuina, transparente, limitada cierto, pero sincera; Jasmine es repugnante, ingnorante y cursi, inútil, poco talentosa; solo sirve para acompañante de alguien. Por si misma, no es nada ni nadie.
Lo más importante en la vida, demostrado está, y sobradamente, son las cosas básicas: padres, hermanos, hijos, amigos y mascotas, todos sanos, reales, defectuosos, brutales, elementales, pero originales, sin artificios ni dobles intenciones.
El resto, es lo supérfluo, es decoración, vacío, abismo...