Con pocas series consigues engancharte tan rápido como con esta deliciosa comedia.
Ni las grandes protagonistas de la reciente historia de las series, (sin comparar géneros) como breaking bad, mi preferida como la de muchos, ni Juego de Tronos, ni Los Soprano, ni the Wire, consiguieron agarrarme con tanta fuerza y tan rápido.
Desde los primeros minutos te enamora, su frescura, su ritmo, sus escenarios, su colorido y su mágico Casting donde hasta el mas mínimo personaje (fíjense hasta en el ascensorista) están absolutamente perfectos.
Con solo haber visto una temporada y media ya es una clara candidata a una de mis series preferidas e inolvidables.