A pesar de estar ante una pelicula que tiene a dos de los mejores actores del cine actual, no se trata de un producto redondo. ¿Por qué?

Pues porque, para empezar, el guión debería haber sido mucho mejor. No puedes dejar un guión de película de sobremesa y que sea interpretado de forma magistral.

Pues porque, para continuar, el director no le pone las suficientes ganas para llevar el proyecto a buen puerto. Quizás creyó que con un poco de oficio iba a ser suficiente, pero, ay, también hay que dirigir con imaginación.

Y porque, para terminar, quizás motivado por las dos anteriores, las interpretaciones de De Niro y de Pacino no están a la altura de lo que podría haber sido. Creo que hay más intensidad en su escena de Heat que en toda esta película.

No es perfecta, y puede que ni siquiera nos sorprenda mucho, pero si en los títulos de crédito aparecen estos dos maestros... yo no me la pierdo.