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España España · Madrid
Voto de Moody:
6
Intriga. Thriller Cuando India Stoker (Mia Wasikowska), una adolescente, pierde a su padre (Dermot Mulroney) en un trágico accidente de coche el día en que cumple 18 años, su vida se hace añicos. Su impasible comportamiento oculta profundos sentimientos que sólo su padre comprendía. Su tío Charlie (Matthew Goode), cuya existencia desconocía, aparece por sorpresa en el funeral y decide quedarse una temporada en casa de India y de su inestable madre ... [+]
14 de junio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ir a un cine para ver una película sin haber visto algunas imágenes antes es, hoy en día, casi imposible. Ese ejercicio que implica un enorme esfuerzo por parte del espectador más purista implica una gran satisfacción al ver el resultado sentado en la butaca. La sorpresa, el impacto que una película puede dar es doble, y con "Stoker", merece la pena. No por sus giros de guión, sino por la tensión, la atmósfera que lo invade todo, que debe ser vista por primera vez justo ahí, en la oscuridad.

Aparte de esa atmósfera que lo inunda todo con su presencia, lo mejor de "Stoker" es esa canalización del dolor que hace la protagonista, y que junto con su innata naturaleza, la llevan a ser una persona atrapada en sus propias tribulaciones. El personaje de India debería ser un caramelo para cualquier actriz que quiera demostrar su valía en momentos difíciles, y Wasikowska lo aprovecha hasta el punto de mimetizarse con su personaje y no distinguir entre ficción y realidad.A su lado, Kidman es convincente en su papel de madre desequiibrada, pero Goode no alcanza el nivel deseado. Su interpretación del personaje misterioso que aparece de la nada no tiene ni las aristas ni los recovecos que debiera, y se queda lejos de ser aún más relevante.

Sin embargo, este imponente envoltorio solamente sería eso de no ser por la labor de Chan-wook, que con su dirección firma un gran trabajo a pesar de que su guión, en la parte final, no deja de ser un simple melodrama macabro, y su desarrollo es a veces demasiado previsible para lo que nos gustaría. La dirección de los personajes tiene personalidad propia, y las miradas y gestos que se producen dentro de la casa son perlas provocadas por el director.

Este ejercicio de estilo merece la pena por su acabado, que desprende calidad y no abusa de efectos impactantes para transmitir su idea, y eso que cuando quiere ser directa lo es con contundencia. Una pequeña joya que corre el peligro de pasar desapercibida, pero que una vez ha atraído tu atención, te pega algunos golpes directos que te dejan tocado, pero no hundido.
Moody
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