Sinceramente esperaba encontrarme con algo parecido a lo que hacen los Hermanos Farrelly y que no comparto con su forma de dirigir ya que hacen comedias bordando lo absurdo, escatológico y salidos de madre.
Todd Phillips aunque en ciertos momentos también se desmadra algo lo llega a compensar dándole a su historia un poco de cordura y dramatismo.
Tras el éxito que consiguió con “Resacón en Las Vegas” con la que le sacó todo el jugo posible al actor Zach Galifianakis lo reclutó para las secuelas siguientes.
Con “Salidos de cuentas” sabe mezclar la comedia con una parte más sentimental rodada al estilo de una road movie de colegas a la fuerza.
La historia narra las peripecias de dos personas completamente antagonistas que se ven comprometidos a viajar juntos.
Peter Highman (Robert Downey Jr.) es un arquitecto que viaja a Los Ángeles para asistir al nacimiento de su hijo pero que tras ser expulsado del avión se verá forzado a viajar con Ethan Tremlay (Zach Galifianakis), un extravagante compañero que aspira a ser actor y cuyo sueño es participar en la serie “Dos hombres y medio”. El viaje se complica cuando Peter debe llegar antes de 5 días que es el plazo en el que sale de cuentas su esposa.
Los gags más conseguidos llegan gracias al carácter tan distinto de sus protagonistas donde Peter es una persona seria pero también bastante irascible y Ethan es inmaduro y se comporta como si fuera un niño.
La película cuenta con dos actores muy comprometidos como son Robert Downey Jr. y Zach Galifianakis, que nos harán pasar unos buenos ratos aunque hay que tachar algunas escenas bastante escatológicas que restan algo al conjunto global.
En definitiva una comedia hilarante con gags bastante conseguidos y otros salidos de tono.
Una escena a resaltar es la que le hacen un homenaje a la serie “Dos hombres y medio”.