Tras una aparente e indiferente despedida del señor Connery (posteriormente volvió en el 83) pasa el testigo al señor Roger Moore quien con sumo carisma atrapa el personaje de Bond de la mejor forma a diferencia de Lazenby. No es una maravilla y a algunos les puede chirriar los momentos inverosímiles y absurdos solventado por el humor que conlleva, una de las cintas con más humor de la saga a mi parecer. Los personajes femeninos no son la repanocha pero dan el pego y el villano sin sobresalir deja un momento brillante en el último acto que resulta realmente desternillante gracias también a los diálogos irónicos de Moore.
La canción Live or let die es imprescindible, maravillosa, probablemente la mejor de la saga junto a You only live twice. Guy Hamilton como buen director que es levanta un poquito el vuelo aunque aun así siga lejos del panorama que dejó en Goldfinger. Una película divertidísima, entretenida y emocionante que deja momentos para recordar como el de los cocodrilos y la lancha motora. Para olvidar, el sheriff de pacotilla que me recuerda a Joe Pesci en Arma letal. Interesante.