Cuando la estrenaron me llamó la atención el póster porque me recordaba a Mickey Rourke, el señor Peter Mullan en el póster pero no sabía nada de ella así que después de tres años decidí ver el trailer y me llamó la atención así que por fín la he visto y me ha tocado la fibra sensible. Es muy dura, cruel y real como la vida misma.
Peter Mullan, Olivia Colman y Eddie Marsan transmiten cada uno de tal manera que acabas odiándolos a los tres. Tres personajes con sus virtudes que son pocas y sus defectos que son muchos. Mucha rabia contenida que te deja ese paso de Redención en este caso más enfocada al caso de Mullan. Olivia tiene que soportar las palizas de su marido, un gran Eddie Marsan y logra consolarse con el alcohol como todos terminan consolándose con este tipo de personajes. Una banda sonora correcta que encaja con el tono de la cinta al igual que la fotografía que retrata con tonos oscuros un tema muy oscuro y sin escrúpulos nos muestran desde maltrato animal hasta a niños y a mujeres. Recalca el tema de la religión como subtrama para intentar ser mejor persona, pedir ayuda y lograr ser esa persona que en parte no eres. Una cinta que finaliza y soluciona el guión de tal manera que es desgarradora.
Quizás el hecho de que la policía no exista en esta película por lo que se ve, que finalice muy bien pero demasiado rápido y que no sea una cinta original no la haga redonda pero si llega a tocar la fibra sensible sobretodo por sus deslumbrantes actuaciones.
En resumen, una gran película que debería haber sido más conocida y más premiada sobretodo con al menos una nominación a los oscar para cualquiera de los actores. Trata un tema muy duro y eso hace mella y marca al espectador y es lo que debe hacer una película de este tipo.