Haz click aquí para copiar la URL

Redención (Tyrannosaur)

Drama Joseph (Peter Mullan), un viudo alcohólico, violento y autodestructivo, encuentra una esperanza de redención en Hannah (Olivia Colman), una mujer muy religiosa a la que conoce a raíz de un altercado. Al principio Joseph se burla de su fe y da por supuesto que su vida de creyente debe de ser muy apacible, pero pronto descubre que, por el contrario, está llena de dolor y confusión. A medida que su relación se consolida, ambos se dan ... [+]
1 2 3 4 5 10 16 >>
Críticas 77
Críticas ordenadas por utilidad
5 de enero de 2012
118 de 123 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una cosa es ser feo y otra bien distinta ser incómodo de ver. Lo mismo podría trasladarse al mundo del cine. Hay películas feas, como paradójicamente lo es Precious, haciendo de la miseria su estandarte, y hay películas, que como Tyrannosaur, son incómodas de ver. Filmes ante los que uno no puede evitar apartar la mirada por su extrema crudeza pero cuya finalidad va más allá del morbo gratuito, porque el amarillismo no es sólo cosa de la tele. Obras que, cada una a su manera, nos recuerdan que la vida no es de color de rosa.

El protagonista de Tyrannosaur, traducida aquí como Redención, está bien lejos de ser amable. Joseph es un ser amargado, alcohólico y con una violencia que, efectivamente, es difícil de soportar. Tampoco es fácil aguantar las imágenes de ultraviolencia machista que padece Hannah, una devota samaritana que se cruza un buen día en su camino. El repugnante marido le reserva las peores vejaciones y la cámara no se anda con sutilezas. La experiencia, sin duda, es angustiosa pero también es realista. No todos los barrios son Wisteria Lane.

Precisamente en el reflejo de una comunidad decadente se ha mostrado ejemplar el actor Paddy Considine. Debuta tras las cámaras con esta loable película, tras la cual es fácil augurarle un futuro prometedor. No sólo es el máximo responsable sino también el firmante del guión de Tyrannosaur, uno de los tantos más notables de la película. Se esmera en recrear una atmósfera de extrema sordidez y consigue extraer, poniendo como protagonistas a dos antihéroes, a dos seres desgraciados, un elogio a la amistad. Lo hace sin maniqueísmos, sin caer en la fácil tentación de edulcorar la cruda realidad. Aunque el título ya pronostique una redención, los personajes no experimentan súbitos y repentinos cambios de personalidad. Son los que son. Imperfectos.

Peter Mullan y Olivia Colman son los otros responsables de que Tyrannosaur resulte por momentos tan dolorosa. La actriz es la que está acaparando nominaciones por su frágil y angelical Hannah, pero es gracias al tándem que forma con el apático, violento e insensible Joseph que el filme adquiere toques tan humanos. Incluso Eddie Marsan, con uno de los personajes más detestables del cine reciente, suma verosimilitud a la cinta. No es tarea fácil provocar odio y asco semejantes y tan unánimes en platea.

Tyrannosaur, por tanto, no bucea en el lodo con el propósito de removerlo. Tampoco con voluntad de extraer una moraleja ni de ofrecer un cuento de superación personal. Es sólo el contexto en el que se mueve un ser atormentado, un alma solitaria y asqueada con la vida que se cruza con otro ser desesperado. Y de repente se entienden, se respetan y se quieren. Es cine incómodo de ver pero a veces nos demuestra que escarbando en la basura puede hallarse la belleza.
polvidal
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
31 de marzo de 2012
53 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siguiendo una larga estela de cortos reconvertidos en fructíferos largometrajes, Paddy Considine ha conseguido expandir su premiada ficción “Dog Altogether” (2007) para plasmar una de las cintas que ha cazado al vuelo premios y/o nominaciones en Sundance como premios de cine independiente internacionales. Curioso, además, que el cortometraje consiguiera un BAFTA y el largo fuera galardonado por la misma academia como Mejor debut británico del 2011.

Considine se basó en su difunto padre para construir el personaje principal de Joseph y repite reparto con Olivia Colman y Peter Mullan para ahondar en el material dramático y profundizar en esos personajes que ofrecía su cortometraje. La violencia parece enfocada en “Redención (Tyrannosaur)” a ser una especie de enfermedad, similar al alcoholismo, con la que tienen que lidiar sus protagonistas. Una víctima y un verdugo que son puestos a disposición del espectador para que los juzgue y se acerque a sus actos desde una puesta en escena e interpretaciones realistas. El merito de la propuesta es lanzar a los infiernos a su personaje principal delante de nuestros incrédulos ojos para exponernos un alma torturada al límite, donde sus recaídas podrían tener nefastas consecuencias incluso para seres cercanos y queridos. Podría jugar sus bazas a una revisión de “Gran Torino” pero su vocación es claramente intimista y existencial.

El peor defecto es ese ‘tiranosaurio’, que ha sido traducido con un flagrante avance de esa ‘redención’ a la que será sometido tanto ese violento personaje principal como esa sufrida esposa, que es cruelmente maltratada por un marido de buena posición y apariencias. El encuentro entre ambos supone una onda en extensión para que encuentren una salvación ante sus vacíos y oscuros interiores. El filme trata de dar autenticidad a riesgo de ser dura y tremenda en su vertiente más violeta y visceral. Su vocación es hacer que nazca el humanismo de situaciones límites, opacas y brutalmente amorales. Pero más allá de ese tiranosaurio, su explicación y motor de redención y perdón (a través del amor) la película no olvida el título del corto en el que se basa (“Dog Altogether”). Dos perros parecen otorgar el quiebro y metáfora de toda la cinta. Perros ladradores y poco mordedores, flacos y con pulgas y, sobre todo, a perro muerto se acabó la rabia. Un perro dócil, que acaba siendo víctima, y otro que ha sido incitado a la violencia como único motivo existencial. Ambos, como los protagonistas, parecen pagar por igual en un mundo en que la luz y la redención es la única vía de escape para soltarse de esa durísima correa que es la vida.
Maldito Bastardo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
27 de octubre de 2011
35 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta ocasión Paddy se puso detrás de la cámara, para demostrar que tiene tanto talento o más, que cuando lo hace frente a ella interpretando al chico trastornado con el que le asociamos. Y en efecto no le tembló el pulso, fue el único que no sintió miedo cuando ese mastodonte problemático e irascible clavaba su iracunda mirada en el objetivo, esa mirada nos estremece, hace que el espectador se encoja mientras espera ver la reacción del protagonista.
Una historia de violencia, pero no como la de Cronenberg, ésta está cargada con personajes de carne y hueso, aquí no hay adornos ni florituras, la realidad más descarnada de los barrios marginales de Leeds sale a relucir con un rugido de tiranosaurio. La historia de dos polos opuestos, cuyas vidas están marcadas por un mismo denominador común, la ira. Uno la retendrá en su interior y la dejará salir en momentos de enajenación transitoria, mientras que el otro sufrirá en su propia piel otro tipo de furia, la del cobarde que se quita la máscara en casa y muestra su despreciable e infame identidad a su compañera sentimental.
El debut de Considine como director, merece cada uno de los halagos que ha ido recibiendo desde que consiguiera el premio del jurado y el de mejor director en Sundance. Las interpretaciones no se quedan atrás, una espectacular Olivia Colman lidera el reparto de esta cinta independiente, nos hará reflexionar sobre uno mismo, sobre lo que vemos y sobre lo que queremos evitar mirar.
La tensión creada por el director durará toda la película, no habrá tiempo para las palomitas.
Peaky Boy
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de septiembre de 2011
37 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Tiranosaurio" supone el debut en el largometraje del actor Paddy Considine, que ya lograse varios premios con su primer corto (que era una especie de 'piloto' de esta película) y que con el citado título lleva recorriéndose festivales desde Sundance, donde obtuvo el premio especial del jurado y el de mejor director. Llega ahora a San Sebastián, donde se ha presentado dentro de la sección "Perlas" y aunque no llega a ser tan brillante como una de éstas, desde luego encierra calidad y demuestra tan buena mano para coger la cámara como para ponerse frente a ella, donde ha demostrado sobradas veces su talento.

La historia nos presenta a un personaje bastante conocido: el típico cascarrabias, cerrado, cuyas formas no son las más apropiadas pero que tampoco pide ni perdón -ni permiso- por lo que hace. Su polo opuesto es una mujer que trabaja en una tienda, muy cercana a la religión y casada con un hombre que la maltrata. Los tres personajes son de carne y hueso, sobre todo los primeros, y están interpretados de forma soberbia por Peter Mullan, Olivia Colman y Eddie Marsan respectivamente. Mullan da miedo cuando dirige su mirada hacia la cámara, las lágrimas de Colman, su rabia, se contagian y traspasan la pantalla. A Marsan consigues odiarle, como ocurría en "La desaparición de Alice Creed"; los tres salvan los platos y sólo por verlos ya merece la pena pagar la entrada de "Tiranosaurio", que además se hace sumamente entretenida y no insulta a la inteligencia, ni se atreve a cerrar la película como acostumbran las historias con este tipo de personajes. Se siente como una película pequeña pero inspirada; poco original pero funcional; así, un drama interesante con grandes interpretaciones y una dirección ajustada. Se puede pedir más, pero eso será para la próxima.
Caith_Sith
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de noviembre de 2011
34 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
A nivel personal, lo estridente me perturba, si me encuentro en un lugar cómodo me empuja fuera de él, incluso de atmósferas ásperas (a un más allá). Un ruido súbito, un portazo violento, un manotazo metálico, un grito desacompasado con mi caminar por la calle o el aullido de un niño corriendo pueblo abajo... también.

A nivel muy personal, me he dejado llevar hasta el extremo con esta historia, he entrado en el juego (de un sólido y novel director) y me he creído víctima, justiciero, asesino, salvador, atormentador, empático, liviano, cristiano, ateo, culpable, soberbio, liberado, oprimido... He sentido cada sonido dentro de mí y ha removido hasta mi pulso. He trasladado los ojos sufridores (de unos actores desorbitantes) a los míos, pero no me he dejado esa chispa de vida que se intuyen detrás de ellos. Vida cual motor es la rabia, cada cual con su motivo, yo con el mío. Rabia que se puede sentir incluso cuando se consigue instantes de tranquilidad, comodidad y, quizás, felicidad.

A nivel fuera de lo personal, la violencia no es justificable aunque vaya a seguir existiendo por siempre, por lo que tendremos días que no serán el día para ver este film, incluso ninguno para muchos de nosotros o, directamente debería decir, no existirá ese día para nadie. Hoy, bajo esta premisa, tampoco era mi día para ir a verla, y se que para mi acompañante tampoco y presiento que los que se sentaron a mi alrededor sintieron algo parecido. Pero allí estábamos... Y a mi, por sus sonidos taquicárdicos y el dopamínico guión, me arrolló.

Disculpen que haya perturbado esta crítica con mi sentido más personal (probablemente alejada de la objetividad).
El malvado Carabel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 5 10 16 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow