Sin despeinarme puedo decir que estamos ante una maravillosa y digna secuela de la magistral Buscando a Nemo, película de Pixar dirigida por Andrew Stanton y Lee Unkrich en 2003. Han tardado trece años, pero lo han conseguido. La compañía creada por John Lasseter a la cabeza, nos trae de nuevo el cariño del pececito Nemo, su padre Marlin y Dory, la inolvidable secundaria que acompañaba al padre del protagonista durante toda la primera película. Ahora Dory es la que tiene, por así decirlo, el peso del protagonismo en sus manos, aunque Nemo y su padre junto con nuevos personajes le siguen de cerca.
La he visto en dos dimensiones y en versión española, pero en cuanto a calidad visual me ha encantado, muy bien elaborada, una animación excelente, hay cosas que tienen un look muy realista, y el sonido me ha parecido magistral. Stanton vuelve a la dirección, aunque Unkrich es sustituído por Angus MacLane y la verdad es que no se ha notado ninguna clase de cambio importante.

Creía que sería una secuela del montón y me he encontrado con una historia más adulta de lo que parece a simple vista. Un guión repleto de humor, acción, emoción y algunos toques de drama que calará hondo en los corazones de la gente. Al menos, en mi caso así ha sido. Como he comentado, la he visionado en español y se mantienen las voces de los dos personajes adultos de la anterior. Se agradece y mucho. Mucho mérito su trabajo y te llegan a caer muy bien. Además, la incorporación de varios secundarios que te llegan al alma como son, por poner tres ejemplos, ese pulpo llamado Hank con la voz en versión original de Ed O'Neill (el actor que interpreta a Jay en la serie Modern Family), Bailey que es una ballena beluga que le pone voz Ty Burrell (interpreta a Phil en la serie Modern Family) y la ballena Destiny, un personaje muy simpático y muy amigo de nuestra protagonista. .