Estamos ante la nueva secuela de la película dirigida por John McTiernan titulada "Depredador", y que fue protagonizada por el escultural Arnold Schwarzenegger, en 1987. Sin duda, y en mi opinión, nos encontramos con un gran espectáculo. Desde que aparece logo de la 20th Century Fox uno ya presiente que va a ver algo grande, algo emocionante. Yo me lo he pasado pipa, parecía un niño pequeño el día de Navidad abriendo sus regalos. Menudo gozo. Impactante y no se corta un pelo en mostrar lo que quiere enseñar al espectador. Esta vez, el director es Shane Black, el tipo que perpretó tres películas muy interesantes de visionar y muy recomendables como son Kiss Kiss Bang Bang (2005) con Robert Downey Jr., Val Kilmer y Michelle Monaghan, Iron Man 3 (2013) de nuevo con Robert Downey Jr., pero esta vez junto a Ben Kingsley y Gwyneth Paltrow, y Dos buenos tipos (2016) con unos brillantes Russell Crowe y Ryan Gosling. A Black, que ya fue uno de los integrantes del pelotón encabezado por Arnold Schwarzenegger en la original de 1987, le gustan mucho las buddy movies o películas de colegas tipo Arma Letal y con la que nos ocupa no podía ser diferente.

El Schwarzenegger decidió que no se apuntaba al juego de meterse de nuevo con un Depredador, pero creedme si os digo, que la diversión sigue con nuevos personajes en esta nueva entrega. En el guión, escrito a cuatro manos por Fred Dekker y el propio director, se olvidan de todo lo que se pudo ver en las dos entregas de Alien vs. Predator y en aquella regulera Predators (2010) de Nimród Antal para sacar adelante esta maravillosa cinta de ciencia ficción repleta de acción y aventuras. Uno de los protagonistas nos pone en antecedentes, y en pocas palabras nos dice que los "depredadores" visitaron la Tierra dos veces: La primera fue en 1987 (o sea, la película original) y la segunda en 1997 (toda la trama de Depredador 2 acontece en el año 1997). Lo dicho, todo lo demás nada de nada, se olvida de ello como si Will Smith de Hombres de Negro te hubiera borrado la memoria con aquel aparato. De verdad, mientras estaba viendo el film flipaba de lo divertido y entretenido que me estaba pareciendo. Será que, tal vez no entiendo de cine como yo creía o que yo no pido mucho, pero, caray, es que es para aplaudir. Los tráilers ya apuntaban maneras, buenas maneras. Con muchos toques de humor, con un look de buddy movie sí o sí, mucha acción y bastante más gore de lo que uno podría esperar de una película así, y más en los tiempos que corren, todo muy family friendly.

El reparto lo encabeza Boyd Holbrook (su cara me resultaba familiar, pues participó en el film Logan con Hugh Jackman) que no es un Arnold, pero se les apaña bastante bien. Junto a él podemos ver, entre otros, a la guapa Olivia Munn (su personaje no es el de una mujer florero, eh, le gusta mojarse y meterse en problemas) como una chica peleona, Sterling K. Brown (uno de los protagonistas de la serie This Is Us) como ese personaje odioso que se le acaba teniendo cariño, Yvonne Strahovski (me enamoró en la serie Chuck como Sarah Walker) y Jacob Tremblay (interpretó al hijo de Brie Larson en La Habitación y fue el hijo de Julia Roberts en la magistral Wonder) en la piel de un chaval con una gran inteligencia. Todos ellos hacen que la historia se haga muy disfrutable para el que esto escribe y haya tenido ganas de aplaudir, pero no lo he hecho para no ser el único de la sala en hacerlo. En el apartado visual y sonoro se podría decir que se lo han currado. Estaba en la sala y el sonido era brutal. Sí, brutal. Y los efectos visuales, bueno, no son lo perfectos que podrían ser, pero me han gustado. Lo que está para quitarse el sombrero es la partitura de Henry Jackman, y es que suena a puro sonido Alan Silvestri. Bien es cierto, que llegan a utilizar el tema principal de la original compuesto por Silvestri. Y repito, tal vez no sea un buen cinéfilo, pero cuando algo me gusta lo digo, y cuando algo me resulta una basura también. Para muchos les parecerá rara, algo exagerada) mi nota o no, pero es lo que siento. Mi nota final es de 9/10.