Se trata de un documental que utiliza el escándalo financiero de la compañía americana Enron para analizar la conducta humana. De una forma apasionante y poco técnica (por lo tanto amena) se dedica a desgranar las razones por las que una de las empresas más grandes del mundo se desmoronó debido a la codicia malsana de todos los que estaban dentro y alrededor de ella. Lo que empezó siendo hábiles maniobras de mercado terminó convirtiéndose en un falseo de contabilidad constante, en trucos de magia para hacer aparecer el dinero de ninguna parte y en una presión constante sobre California que culminó con Arnold de gobernador.

El documental se centra en las persona tanto como en los números; los empleados más allegados a los altos directivos se dedican a explicar su conducta, cómo reaccionaron, en qué momento cruzaron la delgada línea entre ambición y codicia. Resultan también muy interesantes las maniobras que se les ocurrieron para ocultar la bancarrota incipiente (anotar como reales los beneficios que esperaban tener en un futuro, crear empresas vrituales con nombres tan absurdos como Jedi o The Raptors, cortes intencionados del suministro eléctrico a California para poder subir los precios…).

Además, todo ello con una dirección impecable e incluso divertida (valga como ejemplo que salen hasta Los Simpsons); me he llegado a reír en muchos momentos ante lo absurdo de sus maniobras financieras (como por ejemplo anotar ventas a nombre de un tal M. Yass… o sea, mi culo). No se lo pierdan.