Tanto se habló en su día de Heat y sobretodo de aquella única escena que compartieron los dos actores, que tan solo era cuestión de tiempo el volverlos a reunir para compartir algo más que un café y entrecruzarse cuatro palabras. El caso es que, creo que esta vez nos han tomado el pelo.

Mal debe ir la cosa cuando en una peli de estos dos empiezas a fijarte en los secundarios, la estupenda Carla Gugino y el infravalorado (y aquí totalmente desaprovechado) John Leguizamo, y es que a estas alturas, ninguno de los dos tiene que demostrar nada y no parece que en el futuro nos vayamos a encontrar con un Padrino IV. Este Asesinato justo es la prueba fehaciente de que sus respectivas carreras como actores, les importan ya bastante poco, es increíble que en una película como esta, que de haberse ideado hace veinte años se hubiera resuelto de una manera mucho más sería, no me llegue a creer en ningún momento los personajes que interpretan las dos estrellas, todo resulta demasiado artificial, muy preparado, De Niro parece incluso que esté esperando una llamada de móvil para proponerle El escondite 2, mientras Pacino por momentos, parece hacerse a un lado para descojonarse de risa pensando en el bodriete que se está marcando tras la de 88 Minutos, también del señor Avnet.

En fin, parece que los tiempos cambian de mal a peor. Vale ya de vivir de las rentas y poneros a trabajar, si no ya sabeís, una retirada a tiempo es una victoria.