Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Néstor Juez:
5
Drama Sam y Tusker son pareja desde hace 20 años. Sam (Firth) es pianista. Tusker (Tucci), escritor. Viajan a través de Inglaterra en su vieja furgoneta visitando a amigos, familiares y lugares de su pasado. Desde que a Tusker hace dos años le diagnosticaran alzheimer en su fase temprana, el tiempo que pasan juntos es lo más importante que tienen.
22 de octubre de 2021
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que la posición de algunos festivales cómo prescriptores de calidad determinantes a la hora de influir en los recorridos comerciales de las películas ha quedado en entredicho es una realidad palpable con algunos certámenes concretos. Tal es el caso del tan querido por la cinefilia española Festival de San Sebastián, que ha visto a Conchas de Oro no recibir distribución comercial alguna (los espectadores harán bien en olvidarse, y desde luego ganarán con ello, de ver nunca Pacificado). En cuanto a la Sección Oficial del aciago 2020, apenas un puñado de títulos han visto la luz, quedando algunos sumergidos al vacío mediáticos maltratados por el algoritmo de la plataforma de rigor en la que han acabado. El título que nos ocupa en la entrada de hoy se estrena 13 meses después de su presentación en el certamen donostiarra: la británica Supernova, de Harry Macqueen. Un trabajo que cuenta con el caché de su pareja protagonista como gran reclamo y que, si bien ha quedado plenamente relegada, fue bien recibida durante sus proyecciones en el festival patrio. Un nuevo trabajo al que aproximarse con escasa información al respecto, el mejor escenario para encarar un filme. Antes de entrar en detalles, creo que se trata de una producción que satisfará a varios de mis lectores habituales, pero que resulta de una intrascendencia cinematográfica rotunda. Un drama revestido de apariencias refinadas para camuflar una simpleza de lo mas vulgar.

Una batalla en movimiento para mantenerse al lado del ser amado que se refugia en sí mismo. Una confrontación amarga y llena de afecto por impedir que el amor desaparezca cuándo la salud castiga. La demencia entrometiéndose para formar océanos de distancia entre dos amantes de confianza eterna pero condenados a no poder ya entenderse. Una historia minimalista centrada tan solo en su sensible y culta pareja, compuesta por un escritor en huida de consciencia y un escritor presa del miedo. Una película producida con mucha eficiencia artesana, que cumple sobradamente con unos estándares de calidad más que loables. Si desgranamos el filme por ingredientes sería fácil concluir que es una buena película: la fotografía de colores contrastados de Dick Pope es eficiente, y como no podía ser de otra manera, Stanley Tucci y Colin Firth hacen un buen trabajo. Sus personajes son sensibles, de interesante personalidad y entrañables, y consiguen con naturalidad definir una relación creíble llena de química y comprensión pero sin aspavientos ni exhibiciones. Su recurso metafórico con las estrellas y la fugacidad del paso no es particularmente evocador, pero sí elegante. Un filme que, en términos mas toscos, diríamos que cumple expediente.

En cuanto a rasgos estilísticos y punto de vista narrativo, el filme presenta todos los rasgos que se le exigen a un drama de prestigio, abraza los lugares comunes de ese cine que grita premios (los cuales, todo sea dicho, nunca llegaron). Un trabajo que persigue sin descanso ser bonito desde las aproximaciones mas evidentes del término (paisajes, piano melancólico, cielos de atardecer, cosmos estrellado…). Discusiones que se tensan gradualmente hasta la explosión histriónica tan del gusto de los académicos, diálogos que hacen explícito a través del verbo el conflicto del filme, los dilemas de los personajes y las emociones que debe sentir el espectador…un discurso tan dirigido y cristalino como evidentemente plano. Y por supuesto, sumamente conformista, rutinaria y desinteresada en lo que a su lenguaje visual se refiere, acomodada en el plano-contraplano en óptica neutra. Una película que cumple como drama tierno y tiene muy claro lo que busca con sus medios. A muchos espectadores les dará lo necesario para abandonar la proyección satisfechos, pero tan pronto como inicias cualquier reflexión el filme cae por su propio peso. Tan servicial como vana.

Acongojada y gentil, Supernova propone un relato amoroso que presenta los ingredientes necesarios para conmover, pero siempre desde una superficialidad muy aparente.
Néstor Juez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow