Leo el 8.0 que tiene el la iMDB, el 92% de aprobación de la crítica de los tomates podridos y el 7.5 aquí y cada día confirmo que vivimos la época del intelectualoide snob de redes sociales que, pretencioso como es, trata de hacer de una boñiga pestilente y pretenciosa, una 'película de culto' cuando claramente no lo es.

Sé que las opiniones en el cine como los llamados a misa, va quien quiere ir y que para gustos colores pero vaya tela, la gente que dice que la historia es original ¿perdón? es una pésima copia de 'Ouija: Origin of Evil', con elementos de 'The VVitch: A New-England Folktale' y 'Morgan' pero todo lo que intenta copiar lo hacen muy mal, de manera enredada, pretenciosa y sin absolutamente carisma alguno de ningún personaje, si acaso se salvará el personaje de Toni Collette.

No necesito spoilers para decirles que tarda 25 minutos su introducción al tema y más de la mitad para que tengamos un nudo en la trama que sea el eje narrativo que el joven director Neoyorkino Ari Aster no supo donde meter.

La película aburre como acuario de ostras, cuando quiere volver a atrapar la atención exagera a niveles de lo ridículo y cuando vemos una mujer decapitada volando cual Mary Poppins sabes que la película tocó fondo. Pero a final de cuentas mi mejor consejo en esta reseña es: No me crean a mí, pero tampoco a quienes ponen 9/8 de calificación, salgan a verla y si no salen decepcionados me comentan, pero casi les garantizo que al menos no me tacharán de loco amargado.

Nauseabunda, ridícula y mediocre propuesta.