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Voto de Roxana Gark:
6
7,2
242
Serie de TV. Comedia. Romance
Serie de TV (2009). 16 episodios. Go Mi-Nyu es una novicia que tiene un hermano gemelo llamado Go Mi-Nam cuyo sueño es ser cantante para poder conocer a su madre, ya que fueron abandonados en un orfanato al morir su padre. Un día, el manager de su hermano le pide a Mi-Nyu que se haga pasar por él mientras se recupera de una operación, ya que ha sido elegido para convertirse en el cuarto miembro del grupo más popular de Corea, y si ... [+]
6 de mayo de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre he pensado que algunas de las mejores historias de amor no provienen precisamente de la expresión de una intensa pasión, sino de un sereno e intimo sentimiento inmenso. El romanticismo —que personalmente me cala más que una historia ardiente y apasionada—, es lo que mueve los corazones de quienes entienden y disfrutan de este género. Pride & Prejudice es la que por ahora se me viene a la cabeza como un ejemplo de lo que hablo, en ella hay un desborde de ese romanticismo en todas las escenas que comparten los protagonistas. En el libro, Jane Austen describe con maestría los más sutiles e íntimos sentires de sus personajes convirtiéndola en una de las historias románticas más absorbentes y memorables de todos los tiempos, pero si se dan cuenta en la versión cinematográfica de Joe Wright, hay solo un beso… y ni siquiera lo necesita. Asimismo, Minami Shineyo requirió de escasos besos. Tres. Uno vergonzoso, otro abrupto y uno muy especial, para que me envolviera de ese romanticismo genuino que desde el film de Wright no experimentaba.
A Minami Shineyo (como me gusta llamarle) me la encontré por casualidad, jamás en mi vida había visto un dorama, así que no tenia muchas expectativas al respecto, prácticamente estaba en blanco en relación al género y a la forma en que se filmaba un dorama (por cierto muy diferente al de una telenovela), pero fue cuestión de dos a tres capítulos para que me atrapara con su encanto, blancura y más que todo con sus ocurrencias. La considero como una de las más sugestivas y emotivas historias románticas de la TV coreana, codeándose en la misma línea de Coffee Prince del 2007 —la cual vi después—. Es divertida, honesta e inesperada; y aunque es también una comedia, te hace sentir mucho; entre risas y lágrimas logra tocar esas teclas íntimas que muchas de nosotras tenemos. Los nombres Kang Shin Woo, Jeremy y Hwang Tae Kyung quedarán en la memoria como esos personajes atractivos, carismáticos y diferentes entre si que se robaron las miradas y hasta los corazones de muchas de nosotras por esos míseros dieciséis episodios, y Go Mi Nam como la representación de la chica vestida de hombre que todas queremos ser.
Pese a pretender y ser una comedia Minami Shineyo es profunda para ser tan corta, obliga a que meditemos sobre esas cosas sobre el amor que creemos haber cubierto o haber superado ya, explicándolo de una forma tan simpática y creativa como fue todo ese asunto de las estrellas y la oscuridad, y de las zanahorias y espinacas ¿Recuerdan? Trata sobre ser honestos con nosotros mismos, con nuestros sentimientos, sobre lo que experimentas cuando estas enamorado, y no únicamente desde una perspectiva, sino desde varias. Ahí teníamos a una Yoo He Yi que no sabia amar ni ser sincera, y a los chicos cuya personalidad es clara y diferenciada; por un lado Shin Woo que callaba sus sentimientos, un opuesto Jeremy que nunca lo ocultaba y un ciego Tae Kyung que simplemente lo ignoraba. Cada uno de ellos en su estilo han hecho que deseemos estar en los zapatos de Mi Nyu, e incluso yo misma he llegado a preguntarme a quién escogería de los tres. Todo un dilema.
Mucho de lo bello de este dorama es su simpleza, sus giros no son marcados, sigue una misma línea fiel al corazón de la historia, sin muchos obstáculos o exageración narrativa, el nudo y desenlace no es prolongado ni agotador, y aunque la historia no es precisamente original y que en ocasiones peca de cursi, es marcadamente preciosa la forma en la que nos es presentada; quizás sea por esa química que se gastan Park Shin-Hye y Jang Geun-Suk en pantalla, y lo bien interpretados y definidos que están sus personajes, ya que en ningún momento de la historia Tae Kyung pierde su identidad, siempre tan altivo y orgulloso, pese a estar enamorado y por el contrario Mi Nyu madura e independiente, nunca pierde su nobleza y sinceridad.
A Minami Shineyo (como me gusta llamarle) me la encontré por casualidad, jamás en mi vida había visto un dorama, así que no tenia muchas expectativas al respecto, prácticamente estaba en blanco en relación al género y a la forma en que se filmaba un dorama (por cierto muy diferente al de una telenovela), pero fue cuestión de dos a tres capítulos para que me atrapara con su encanto, blancura y más que todo con sus ocurrencias. La considero como una de las más sugestivas y emotivas historias románticas de la TV coreana, codeándose en la misma línea de Coffee Prince del 2007 —la cual vi después—. Es divertida, honesta e inesperada; y aunque es también una comedia, te hace sentir mucho; entre risas y lágrimas logra tocar esas teclas íntimas que muchas de nosotras tenemos. Los nombres Kang Shin Woo, Jeremy y Hwang Tae Kyung quedarán en la memoria como esos personajes atractivos, carismáticos y diferentes entre si que se robaron las miradas y hasta los corazones de muchas de nosotras por esos míseros dieciséis episodios, y Go Mi Nam como la representación de la chica vestida de hombre que todas queremos ser.
Pese a pretender y ser una comedia Minami Shineyo es profunda para ser tan corta, obliga a que meditemos sobre esas cosas sobre el amor que creemos haber cubierto o haber superado ya, explicándolo de una forma tan simpática y creativa como fue todo ese asunto de las estrellas y la oscuridad, y de las zanahorias y espinacas ¿Recuerdan? Trata sobre ser honestos con nosotros mismos, con nuestros sentimientos, sobre lo que experimentas cuando estas enamorado, y no únicamente desde una perspectiva, sino desde varias. Ahí teníamos a una Yoo He Yi que no sabia amar ni ser sincera, y a los chicos cuya personalidad es clara y diferenciada; por un lado Shin Woo que callaba sus sentimientos, un opuesto Jeremy que nunca lo ocultaba y un ciego Tae Kyung que simplemente lo ignoraba. Cada uno de ellos en su estilo han hecho que deseemos estar en los zapatos de Mi Nyu, e incluso yo misma he llegado a preguntarme a quién escogería de los tres. Todo un dilema.
Mucho de lo bello de este dorama es su simpleza, sus giros no son marcados, sigue una misma línea fiel al corazón de la historia, sin muchos obstáculos o exageración narrativa, el nudo y desenlace no es prolongado ni agotador, y aunque la historia no es precisamente original y que en ocasiones peca de cursi, es marcadamente preciosa la forma en la que nos es presentada; quizás sea por esa química que se gastan Park Shin-Hye y Jang Geun-Suk en pantalla, y lo bien interpretados y definidos que están sus personajes, ya que en ningún momento de la historia Tae Kyung pierde su identidad, siempre tan altivo y orgulloso, pese a estar enamorado y por el contrario Mi Nyu madura e independiente, nunca pierde su nobleza y sinceridad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La dirección de Hong Sung-Chang me parece un punto a destacar, hay escenas notables como la del jardín en Japón, los dedos de Tae Kyung y Mi Nyu tocándose por última vez, planos y secuencias de la arquitectónica casa A.N.Jell y otra donde Tae Kyung sostiene la estrella de Mi Nyu, realmente él parece una estrella brillando. Sin embargo el excesivo uso de las canciones de la banda y esos saltos en la continuidad del tiempo transcurrido durante los capítulos es algo que juega en contra. Se nota que ha sido cortado mucho en la edición. No obstante, quizás lo mejor del dorama sea la creatividad de Hong Jeong-Eun y Hong Mi-Ran, no voy a decir que es un guión impecable, pues por momentos flojea y pierde un poco el sentido de la comedia, repite y rellena, y lo que debería ser gracioso lo infantilizan; eso si, es detallado y convincente, aquí hay bastedad recuerdos para la posteridad: ¡Como olvidar al "conejo-puerco", el broche, los pensamientos imaginarios de los personajes o las muecas de Tae Kyung!
Podría decirse que Minami Shineyo lo tiene todo: es romántica, dramática, divertida, juvenil con personajes inolvidables y hasta misteriosos, pues me ha encantado esa ambigüedad alrededor del verdadero Go Mi Nam, lo poco que llega a develarse sobre este personaje, claramente para definir que la historia gira entorno a Go Mi Nyu haciéndose pasar por su hermano y no sobre Go Mi Nam. Son muchos de estos puntos lo que le dan personalidad y frescura a este dorama —sin mencionar lo fascinada que quedé por el vestuario, aquí hay mucho "fashion"—, y por supuesto también la calidad de actores en ella. Park Shin-Hye y Jang Geun-Suk se lucen desde que ella hace su peculiar entrada a la iglesia vestida de novicia y él en el concierto de A.N.Jell cantando vestido de blanco, hasta ese apresurado pero tan emotivo y memorable desenlace, y aunque me culpe por liberar uno que otro spoiler, literalmente comencé a llorar desde el momento en que Jang Geun-Suk sube en solitario al escenario interpretando el tema "Eotteokhajyo" donde no podía dejar de ver su mirada y escuchar su suave voz (la verdad alucino con este hombre). Y como dije bien al principio, no hizo falta un beso para cerrar esta preciosa historia, sólo una palabra, una sola palabra, que hizo temblar a la que escribe y a una llorosa Mi Nyu… "Saranghae”.
Nota: Imprescindible escuchar la BSO de A.N.Jell y tener Minami Shineyo en DVD ya que querrás verla más de una vez (y aclarando, este dorama es para chicas).
Podría decirse que Minami Shineyo lo tiene todo: es romántica, dramática, divertida, juvenil con personajes inolvidables y hasta misteriosos, pues me ha encantado esa ambigüedad alrededor del verdadero Go Mi Nam, lo poco que llega a develarse sobre este personaje, claramente para definir que la historia gira entorno a Go Mi Nyu haciéndose pasar por su hermano y no sobre Go Mi Nam. Son muchos de estos puntos lo que le dan personalidad y frescura a este dorama —sin mencionar lo fascinada que quedé por el vestuario, aquí hay mucho "fashion"—, y por supuesto también la calidad de actores en ella. Park Shin-Hye y Jang Geun-Suk se lucen desde que ella hace su peculiar entrada a la iglesia vestida de novicia y él en el concierto de A.N.Jell cantando vestido de blanco, hasta ese apresurado pero tan emotivo y memorable desenlace, y aunque me culpe por liberar uno que otro spoiler, literalmente comencé a llorar desde el momento en que Jang Geun-Suk sube en solitario al escenario interpretando el tema "Eotteokhajyo" donde no podía dejar de ver su mirada y escuchar su suave voz (la verdad alucino con este hombre). Y como dije bien al principio, no hizo falta un beso para cerrar esta preciosa historia, sólo una palabra, una sola palabra, que hizo temblar a la que escribe y a una llorosa Mi Nyu… "Saranghae”.
Nota: Imprescindible escuchar la BSO de A.N.Jell y tener Minami Shineyo en DVD ya que querrás verla más de una vez (y aclarando, este dorama es para chicas).