A simple vista, bien se podría decir que es una obra de Tennessee Williams, ya que contiene lo típico (al menos de sus obras que he visto adaptadas en el cine): conversaciones drásticas, comportamientos extremos, argumento llevado al filo... Pero no, no es de Tennessee. Aunque hacen un guiño a él, con la frase de "Flores para los muertos..." frase que sale en "Un tranvía llamado deseo".

Las interpretaciones son magníficas, la cámara capta lo mejor de cada momento, pero... me parece un poco falso la situación de que si llegas a una casa y ves que se ponen a parir los anfitriones y ves que poco a poco la mierda te va cayendo, puess oiga, que quieres que te diga, cogo la puerta y adiós. Pero no, aquí aguantan, y es lo que no entiendo.

Creo que es una película que necesita reposo porque si la hubiera puntuado nada más verla, la hubiera aprobado con un 5, pero pasado una noche y reposado, al final te quedas con las cosas importantes que se ven, y sobre todo se oyen, en esta película.