La crítica en su día no la puso muy fina, y no le quito razón. Una película que lo único interesante es que está rodada en CinemaScope y en color. Le quieren dar la elegancia de otras películas anteriores (y tal cual lo dicen por los vestidos pomposos y (es cierto) elegante que lleva todo el rato Ginger Rogers).

Pero a mí me llama muchísimo la atención las edades de los protagonistas. Sí que es cierto que ahora los 40 y 50 años no son lo mismo que los 40 y 50 de antes... y aquí es un claro ejemplo.

Para empezar el protagonista Ven Heflin, de 46 que está con Gene Tierney de 34. Ambos parecen de 50 y 40 respectivamente.

Luego Ginger Rogers, la gran bailarina y pareja por defecto de Fred Staire, ya tiene 43 años, pero parece bastante mayor (luego seguiré con ella), la pareja de esta, tiene ya 51 años que parece que tenga más de 60. El pobre que es poco agraciado, representa a todo un gigoló dentro de la película, que ya nadie se cree esto.

Acabo con Peggy Ann Garner que quiere representar a una jovenzuela de 20 años, cuando en realidad tiene 22, pero aparecen rozando los 30.

Ginger... no sé porque aceptó este papel. No fue la primera elegida, ya que hubo otras o bien que no podían o lo habían rechazado como Joan Crawford (en spoiler explico el motivo de lo que yo creo). Fue la que más facturó en esta película, aunque es un papel menor, y es secundario dentro de la trama, pero supongo que lo solicitó así, por su nombre y así aparece en los crédito como si fuera el gran reclamo de la película y la protagonista absoluta, cuando lo es Van Heflin.

La trama hace un poco aguas, se hace poco creíble en ciertos momentos, y supongo que por eso la crítica no le gustó mucho. Aún así, recuperó la inversión del presupuesto, obteniendo un margen de beneficios interesante.