Haz click aquí para copiar la URL
España España · Granada
Voto de Kikivall:
7
Drama Narra la historia de amistad de dos curas, Julián y Nicolás, que tras sobrevivir a un intento de asesinato por parte del ejército durante su trabajo en Centroamérica, se asientan en una barriada de Buenos Aires para desarrollar su apostolado y labor social. Allí conocen a Luciana, con quien lucharán codo con codo contra la corrupción, un mal endémico de la zona. Su trabajo los enfrentará con la jerarquía eclesiástica y con el poder ... [+]
14 de marzo de 2017
Sé el primero en valorar esta crítica
Pablo Trapero dirige con apasionamiento y con firmeza esta película que saca a la luz el lumpen, no ya de Buenos Aires, sino de tantas y tantas grandes urbes del mundo. Tiene un guión muy social, obviamente, del propio Trapero junto a Martín Mauregui, Alejandro Fadel y Santiago Mitre. Acompaña una música ad hoc de Michael Nyman; y la oscura fotografía de Guillermo Nieto pone el contrapunto a una obra realmente desasosegante.

En el cuadro de actores destaca el inefable Ricardo Darín para quien con poner la cara le basta para transmitir una indescriptible gama de sentimientos, actitudes y estados de ánimo; y en este film hace un gran papel de sacerdote entregado a los marginados. En el mismo papel pero más retraído y corto en su interpretación tenemos al actor Jerémie Rénier. Y hace también un buen trabajo en el rol de trabajadora social, Martina Gusman.

Lo que hace Trapero es colocar la cámara, un tanto intuitivamente, delante de dos sacerdotes agotados por la ímproba tarea que tienen ante tanta desdicha; y también con problemas de fe, a la vez que con dificultades con la jerarquía y otros poderes. Se produce en el film una inmersión en el claustrofóbico y doliente entorno de una especie de pueblo laberíntico encuadrado a la espalda del gran Buenos Aires. Un espacio que a modo de microcosmos engulle a los personajes y al propio espectador junto al bullicio orgánico de ese entorno nocivo donde igual hay un bautizo que una balacera.

Trapero a mí me gusta, arriesga con sus películas que seguro no serán taquilleras, entre otras por la escasez de medios y también porque aborda temas sensibles que el público no quiere ver. Y esta película tiene, más allá de sus limitaciones, una impecable puesta en escena, una narración enérgica y una ambientación más que convincente.

Trapero, de nuevo pone el foco en las contradicciones del entramado social, y en esta obra explora con hondura la marginación, la violencia, los efectos del narcotráfico y el trabajo de los curas villeros que ponen el cuerpo en ese desolador contexto. Lo hace en tono documental y sin paternalismo. La película empieza y termina sin diálogos, cediendo el protagonismo a la imagen y la música. Hay murmullos, barullo, rezos o gemidos en lugar de palabras. Lo fundamental es la mirada visceral que permite que el espectador sea un testigo, un habitante más de esa villa miseria del film… o de cualquiera.
Kikivall
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow