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España España · Granada
Voto de Kikivall:
7
Aventuras Bajo el imperio de Napoleón, François Vidocq, el único hombre que ha conseguido escapar de las más grandes penitenciarías del país, es una leyenda de los bajos fondos parisinos. Dado por muerto tras su última gran evasión, el expresidiario intenta pasar desapercibido tras el disfraz de un simple comerciante. Sin embargo, su pasado lo persigue, y después de ser acusado de un asesinato que no ha cometido, propone un trato al jefe de ... [+]
28 de julio de 2019
19 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia que cuenta el film fue real y se refiere a Eugène-François Vidocq (1775-1857), quien tras haber sido uno de los delincuentes más buscados de Francia, eterno fugado de presidios, se convirtió en el primer director de la Sûreté Nationale y un investigador cimero. Vidocq fue un personaje de leyenda, mencionado en su momento por Victor Hugo, Honoré de Balzac o Edgar Allan Poe, entre otros. Su trayectoria como investigador fue pionera en formas y técnicas modernas, convirtiéndose en un precursor de los métodos forenses en la investigación de casos criminales en el país galo.

El defecto de la obra consiste en que Richet consigue una mezcla de policial y cine violento, quitando al personaje su carácter icónico y excepcional. Es decir, el perfil de Vidocq carece en el film de la singularidad que requiere tan ilustre personaje, deviniendo hombre de acción como tantos que en el cine hay, como muchos héroes de la cinematografía americana, sobre todo.

Pero la película y la misma figura del histórico Vidocq, tiene momentos que resultan fascinantes (como cuando se introduce desafiante él solo en la celda de los delincuentes que ha apresado), lo cual es debido en gran medida a la magistral interpretación que del personaje hace Vincent Cassel, un grande de la pantalla, aunque en ocasiones haya errado al escoger papeles a su medida. Y de entre los diversos actores que participan en la cinta dotándola de enjundia, está también Fabrice Luchini, que interpreta al Ministro de la policía Joseph Fouché.

La película ofrece imágenes, tanto de los irrespirables y mugrientos bajos fondos parisinos, como de los distinguidos salones y despachos de palacio, lo cual sirve de encuadre a esta especie de folletín de aventuras que incluso se atreve con ciertas reflexiones políticas no siempre atinadas.

Tiene una fotografía interesante de Manuel Dacosse, apagada y oscura, propia de los ambientes criminales que recoge. Richet hace un trabajo hiperrealista de las escenas violentas que abundan en estallidos de pólvora y sangre, e inimaginables luchas de sable que nunca antes vi en el cine, con harakiri doble incluido. Es vistosa la perspectiva del París napoleónico, que pretende ir acompañada de una historia épica que no acaba de lucir lo que debiera. La banda sonora de Marco Beltrami y Marcus Trumpp es distinguida y hace a la estética de la obra.

La resultante es un metraje que descuella como obra entretenida que tiene su interés como film de acción. Ya estamos un poco hartos de la gran cantidad de producciones francesas tipo comedias remake de originales americanos o sencillamente insoportables (no todas, claro). Por ello, bienvenida esta cinta sobre el histórico y memorable personaje Eugène-François Vidocq, con mucha emoción, violencia bien rodada y agradable de ver.
Kikivall
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