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España España · Granada
Voto de Kikivall:
9
Romance. Comedia Alfred Kralik es el tímido jefe de vendedores de Matuschek y Compañía, una tienda de Budapest. Todas las mañanas, los empleados esperan juntos la llegada de su jefe, Hugo Matuschek. A pesar de su timidez, Alfred responde al anuncio de un periódico y mantiene un romance por carta. Su jefe decide contratar a una tal Klara Novak en contra de la opinión de Alfred. En el trabajo, Alfred discute constantemente con ella, sin sospechar que es ... [+]
11 de mayo de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ernst Lubitsch, fundador de la llamada «comedia refinada», hace una dirección genial y exquisita de esta comedia encantadora. Tiene un guión igualmente maravilloso de Samson Raphaelson (y un no acreditado Ben Hecht), adaptación de la obra teatral Parfumerie de MiklósLászló, un exitoso dramaturgo húngaro. Música deliciosa de Werner R. Heymann y fotografía muy buena en blanco y negro de William H. Daniels.

En el reparto de lujo, destaca la figura entre grotesca, elegante y educada de un jovencísimo James Steward, con su amada en secreto Margaret Sullavan (ambos excepcionales, sobre todo Steward); y les secunda un grupo de geniales actores y actrices como Frank Morgan (grande en el papel de jefe), Joseph Schidkraut, FelixBressart, William Tracy, Sara Haden, InezCourtney, Sarah Haden, InezCourtney, Sarah Edwars, Edwin Maxwell, Charles Halton y Charles Smith. Todos de auténtico lujo.

Película más sencilla y deliciosa. Claro es que lo sencillo sólo lo pueden ensalzar los grandes como Lubitsch; parece simple, pero es complejo, parece una escueta comedia de enredos, pero es algo más, sobre todo porque hay en ella un aluvión de frescura y vitalidad. Tiene este film, como casi todos los del maestro Lubitsch, un abordaje irónico especial al que se denominó el «toque Lubitsch», que usaba no solo para saltarse la censura, sino también para complicar la trama, enredar, divertirse, y para hacer ambiguas las situaciones, una ambigüedad que por lo común encerraba un soterrado mensaje político o sexual.

También el film pone de manifiesto que para descubrir quiénes somos realmente, hay que ejercitar la mentira, que habremos de mentir. Y la pregunta es: ¿no lo hacemos cada día? Las mentiras, sean piadosas, importantes, pequeñas o mayores tiñen nuestra existencia, incluso más allá de eso que llamamos hipocresía. La mentira en Lubitsch es una herramienta retórica magnífica para encontrar la verdad.

Los giros argumentales son muyimportantes en este film. Pero el acierto principal de esta obra está en que todos los enredos no solamente sirven como exhibición de progresión dramática, sino que las complicaciones dan cada vez nuevos matices a la historia y llevan el dilema hasta el extremo.
Kikivall
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