Vi esta película el año de su estreno y me gustó mucho. Por supuesto, el mayor aliciente de esta historia de ilusiones, seducciones y la búsqueda del amor de su vida por parte de la joven Tess, lo que me llevó a ver la peli era la presencia de la bellísima para mí Nastassja Kinski.

Polanski hace una cinta hermosa a la vez que triste, sobre la exploración de la sexualidad y amores arriesgados según la novela “Tess of the D'Urbervilles” de Thomas Hardy, donde la joven y bella campesina Tess es vapuleada por la vida como muchacha deshonrada.

Con un guion bien escrito, una luminosa fotografía de Geoffrey Unsworth y Ghislain Cloquet, y una sugerente música de Philippe Sarde, el filme resulta, amén de interesante, conmovedor.

La Kinski está maravillosa, siempre la recuerdo en este filme, acompañada de un reparto sensacional: Peter Firth, Leigh Lawson, John Collins, Richard Pearson o John Bett, entre otros.

Polanski hace un ejercicio de arte cinematográfico deslumbrante.