Guillermo Arriaga demuestra en este film que no sólo es un gran guionista sino también un buen director capaz de crear una película en la que los personajes se van interconectando de manera muy emocionante y dentro de una trama de gran interés, que mantiene el suspense todo el metraje.

Todo ello dentro de un excelente guión del propio Arriaga, en el que cada paso conduce a un camino diferente y donde los personajes se mueven con una gran intensidad emocional, colisionando, tropezando, amándose y también muriendo. Diálogos de gran calidad y un estilo narrativo depurado y tipo puzle en el que Arriaga con la cadencia de las historias va colocando cada pieza en su lugar exacto.

Tiene una interesante música de Hans Zimmer y Omar Rodríguez-López; y una fotografía ad hoc muy meritoria de Robert Elswit a la que ahora volveré a hacer mención.

El reparto es sensacional con una Charlize Theron plena de recursos y con un trabajo muy intenso que transmite al espectador su drama interior. Kim Basinger en uno de sus mejores papeles en el cine desde mi modo de ver; mujer pasional y desbocada en un romance incierto y prohibido. Jennifer Lawrence está inmensa como Mariana; fue considerada en ese 2008, en el Festival de Venecia, como mejor joven actriz emergente.

Este drama a tres bandas tiene una buena factura que desde mi punto de vista se sustenta en algunos puntales a destacar. Por un lado, la gran labor del reparto, tanto de unos magníficos secundarios, como por parte de Charlize Theron y Sharon Stone que ponen toda su fuerza e imaginación en hacer trabajos encomiables.

Otro elemento que no hay que olvidar son las bellas y atractivas imágenes de Robert Elswit. Y como fundamento, tenemos al padre de la criatura, Arriaga, cuya huella como director y creador de un interesante guión fracturado le da entidad al film.

Sin ser una obra maestra, es no obstante un film que suma interés psicológico con drama, tensión, crimen, romance y misterio.