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España España · Granada
Voto de Kikivall:
7
Drama Javier Mendoza (Fernando Fernán Gómez), un misionero católico establecido en Alaska, rememora, cuando está a punto de morir, los años de su juventud y su relación con su familia y sus amigos. (FILMAFFINITY)
1 de mayo de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cinta de esas que a muchos no gusta ver pero que a otros tantos convendría ver. Es quizás una obra de otra época, no es escandalosa ni truculenta sino que habla de la redención, que cuenta el desarrollo de un dramático error humano, sus consecuencias e incluso un giro existencial. Puede que hoy un argumento asentado sobre la culpa, el sacrificio o el perdón no sean muy atractivos. Pero sin duda es una película de enorme carga moral y muy veraz en su relato vivencial, lo cual en ocasiones se observa en la realidad, si uno ha vivido la vida y ha estado atento a lo que ocurre con las personas que lo rodean, sus avatares y relaciones de todo tipo.

En medio de una enorme tormenta de nieve, un misionero español siente que es llegado el momento de su muerte. Destinado en la gélida tierra de Alaska repasa su vida y la recuerda vívidamente.

Dirige esta cinta de manera muy meritoria ese gran director de innegable talento y muy conocedor de los entresijos del cine, José Antonio Nieves Conde. Contó para ello con un guión muy bien escrito por Vicente Escrivá, que deviene intenso drama que fue nominado a la Palma de Oro a Mejor Película en el Festival de Cannes de 1951: ¡casi nada! Buena música de Jesús García Leoz y aceptable fotografía en blanco y negro de José F. Aguayo y Manuel Berenguer. Ambientación muy cuidada y algunas escenas como la primera parte de la cena en familia, resultan geniales.

El reparto es de auténtico lujo, llevando el peso del film un gran Fernando Fernán Gómez que en este film cosechó su primer gran triunfo, convirtiéndose definitivamente desde entonces en el excelente actor que fue siempre: enorme trabajo. El resto del reparto es de una calidad inusual, con un elenco de lujo compuesto por actores y actrices de cine y teatro reconocidísimos como María Rosa Salgado, Dina Sten, Luis Prendes o Eduardo Fajardo, entre otros.

Película de redención, la de un teniente, un legionario juerguista y camorrista que comete una acción incalificable y, como a veces ocurre, el tal teniente no puede soportar el peso de su conciencia. La irracionalidad y la violencia de los sentimientos de culpa que le asolan le llevan a encontrar consuelo en la misericordia de Dios y conducido por la Providencia divina, a modo de reparación decide entrar en el Seminario. Es una forma de reconstruirse internamente, de consolar su dolor que le atormenta, de subsanar la culpa que le aqueja con la virulencia de un diablo demente.

Puede que en estos tiempos la película parezca obsoleta, que la actitud redentora, de ayuda o de sacrificio ese "no irse de este mundo con las manos vacías", como expresa el protagonista, suene a fuera de tiempo, a desfasado; pero no, yo creo que es una película que tiene su actualidad, de crudo realismo, esto es "Balarrasa"; y hay más, de cómo una tragedia puede cambiar la vida de un hombre y la de quienes le rodean. No es una historia fantástica. Yo he conocido algunos casos similares. Quizá sin tanta carga dramática, pero con este guión que tan bien supo llevar al papel Vicente Escrivá junto a un Nieves Conde que conduce esta obra con maestría y el enorme sentido de una impecable dirección.
Kikivall
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