Es la octava película americana de Alfred Hitchcock con guión de Ben Hecht basado en la novela "The House Of Dr. Edwardes" (1927), de John Palmer y Hilary St. George Sanders. Una excelente música de Miklós Ròzsa que le valió el Oscar a la mejor banda sonora en 1945 (el film fue nominado a seis Oscar). La música de Ròzsa aporta composiciones de gran intensidad dramática junto a temas de amor de gran lirismo. Éstos alcanzan su mayor expresión en el solo de violín ("Constance Meets Edwardes") que acompaña a la Bergman cuando se dirige a las dependencias de Peck en el sanatorio.

Los intérpretes son de lujo con una inmensa Ingrid Bergman y un Gregory Peck más apocado que no logra la sintonía deseable con una Bergman que, literalmente, se lo merienda. Y acompañando a los protagonistas excelentes actores y actrices como Michael Chekhov, Leo G. Carroll, Rhonda Fleming, John Emery, Norman Lloyd, Bill Goodwin, Steven Geray, Donald Curtis, Wllace Ford, Arte Baker, Regis Toomey y Paul Harvey.

La historia es que un joven de nombre John Palantine, que fuera médico en el ejército, sufre amnesia por un complejo de culpabilidad que le embarga. Se trata de una película que mezcla a tres genios: Hitchcock, Freud y Dalí. En cuanto a Hitchcock diré que no es con mucho una de sus mejores películas.

Hitchcock trata extensamente como en ninguna de sus películas el tema del psicoanálisis de Freud, sobre sus efectos curativos y la necesidad que plantea de explorar traumas psicológicos infantiles ocultos en lo más profundo de nuestro inconsciente. Incluso el productor Selznick contrató a su propio psiquiatra como asesor técnico del film.

El film es en mi opinión una obra menor de Hitchcock, con la muy grande interpretación de Ingrid Bergman que supera con creces a un Gregory Peck que no da la talla suficientemente, y quizá lo más destacado como ya he señalado sea la grandiosa banda sonora de Miklós Ròzsa.