Magnífica adapatación de esta obra que sigue conmoviendo a distintas generaciones año tras año; No se si la mejor versión realizada pero, sin duda alguna, de un exquisito nivel emocional acompasado con tenues e impactantes soplos de una inmensa fuerza interpretativa que te atrapan por mucho que conozcas el final. La dulzura del cartel, sinónimo de la potencia interpretadora de sus dos espléndidos protagonistas, es preludio poco sabio de las impactantes emociones vertidas a chorro que el espectador se va a encontrar. Muy respetuosa con la obra y con el autor, acompaña todas las escenas una melosidad poética que se saborea con gusto y que invita a soñar hasta el infinito. Fukunaga ha ejecutado un excelente trabajo donde se combinan por igual el amor y la soledad, el deseo y la frustación, la fuerza desgarradora de la impotencia y la garra imparable e "in crescendo" de atrapar y dejarse apoderar por "your soul mate" -alma gemela-. Una obra para disfrutar, gozar de cada fotograma, ansiar cada uno de los sentimientos encontrados y deleitarse en su complacencia. Un gusto para la vista y el oido