Habría que hacer un género con estas películas sobre las innumerables derivaciones de la crueldad nazi, en memoria perdurable de lo que sufrieron los judíos. (Y otras minorías pero de ellas apenas se habla).
Son tantas que las más recientes intentan un giro de tuerca, aportar algo distinto y aquí es una familia entrañable de un barbero y sus cuatro hijos varones. Naturalmente basada en hechos reales.
Otra novedad, o casi, es señalar cómo en momentos claves son dos sacerdotes católicos los que ayudan a los dos hermanos fugitivos y perseguidos, incluso falsificando actas de bautismo.
El guión es aceptable y hay acción suficiente como para que resulte entretenida.
Muy buena la actuación de todos, en especial de los dos pequeños.