Estoy leyendo aquí, anonadado, críticas a esta película en plan serio, analizando el guión, la dirección, la banda sonora, las interpretaciones y el resto de aspectos técnicos. No doy crédito.

No habéis entendido nada, tanto ver cine costumbrista iraní en versión original os ha agilipollado. Si la saga original de "American Pie" ya era un producto para ver bien hidratado o en medio de un viaje psicotrópico con los colegas, ¿qué se puede esperar de una subsaga de serie B que ni siquiera pasó por los cines? Pues exactamente lo que ofrece, humor absurdo y facilón, un montón de tías buenas semidesnudas y el sexo como tema central.

Si un grupo de adolescentes promedio dispusiera de equipo, actores y formación para grabar una película, saldría esto, porque es lo que representa exactamente ser adolescente: ser un idiota pajillero y obsesionado con el sexo. Y este film retrata justamente eso.

Aún así, no quiere decir que no tenga un mensaje, a su manera, que comparte toda la saga, también la original: estas películas son una proyección de todo lo que quisimos hacer de adolescentes y no hicimos, de todas las fantasías que tuvimos y nunca llegamos a realizar, y aunque verlas en una pantalla no hace que se hagan realidad, nos hacen sentir un poco mejor con nosotros mismos y con nuestro yo adolescente que, por un rato, parece un poco menos decepcionado.