Este tipo de argumentos despiertan mi agresividad de lo insultantemente injustos que los veo. Me intentan robar dos negros grandes con cara de asesinos, milagrosamente me zafo y huyendo atropello a uno... y me paso el viaje a casa lamentando que el otro desgraciado haya salido ileso. Los que hayáis visto la película imagino que comprendéis mi impresión a lo que viene después.

Pues resulta que como uno de esos maleantes está en coma se hace una investigación meticulosa para encontrar al responsable, y como este no es otro que Tom Hanks haciendo de tonto, esta vez de tonto millonario, eso sí, pues no se hace cuesta arriba joder a un tipo que actuaba en defensa propia. No sé muy bien como funciona la justicia en los EEUU pero me cuesta creer que exista una predisposición para hacer una tergiversación de los hechos tan flagrante por mucho voto negro que quieras conseguir, aunque claro, si el millonario es tonto y lejos de elaborar una defensa sólida practicamente se pone el mismo las esposas entre tics faciales pues a lo mejor cuela. Joder, si existe un caso real de un tío que además es sospechoso de varios crímenes más, que ha matado y descuartizado a su vecino ha sido declarado no culpable por unanimidad, ¿qué me pretendéis contar con esta chorrada?

Y eso que me gustan las pelis americanas de juicios donde el racismo y las ambiciones fiscales están a la orden del día, pero pienso que esto que se nos quiere contar aquí es una auténtica tomadura de pelo. Si el chico atropellado fuera inocente o el presunto culpable, pues a lo mejor este circo sí que tendría más gracia, pero en presentes circunstancias no lo tiene para nada.

Willis borracho y la sobredimensionada excitación que levanta a su paso hace gracia y Morgan Freeman eso sí, está genial.