No tiene buena pinta, es cierto, no obstante una vez iniciada la visualización, logra introducirte en un ambiente macabro que va cercando a los protagonistas, un sugerente Christian Slater que trata a pesar de estar hundido, continúa tratando de resucitar cada proyecto de bajo presupuesto en el que interviene con sus irreverentes intervenciones que le salen de un modo completamente natural. Su personaje no ejecuta ninguna función esencial en la película; su único cometido parece ser el de joder a Jack (Ray Liotta), y lo cierto es que no lo hace mal, el doblaje al castellano es satisfactorio, transmite toda la energía y la efusividad del intérprete original; te ríes.

Ray Liotta, actor en plena decadencia, dios, después de haber hecho 'Uno de los Nuestros' representa el papel de un hombre que por lo visto, en su juventud, ligó más que Moneymaker el año que se proclamó ganador de la mayor competición de poker del mundo, algo poco creíble viendo su aspecto actual, pero bueno. Como ya digo, el proyecto cuenta con poco presupuesto, no obstante, inexplicablemente logra entretener y alimentar una ambiente que espeluzna a través de esos rituales y esas lecturas de textos bíblicos, profundas peroratas, con las que el psicópata de turno condena el pecado del sexo libre. Su férrea postura, que trae de cabeza a toda la policía local, contrasta con la visión del sexo, liberal y sin prejuicios que presentan sus protagonistas.

¿Y es que a quién no le gusta follar? Que tire la primera piedra. Parece ser que solo al psicópata, al como es evidente, algo funciona mal en su jodida cabeza (un saludo par el sargento Hartmann). Por lo que es completamente imposible empatizar con él, incluso después del risible giro final que presenta la película, que se lo carga todo y deja más manifiesto que nunca que lo que tenemos delante es una pobre producción, de fluidez y ritmo irregular a la que ni siquiera las buenas intenciones de Slater por reflotar este desastre sirven de algún modo. La acción es inexistente, al igual que el uso de los efectos especiales. Además, el PEGI NR-18 que por lo visto alcanzó, no está justificado en ningún momento, será tan solo una marca simbólica, pura fachada, con la que nos es advertida debido a los altos niveles de temática relacionada con la violencia sexual y la aberración que presenta la película, por lo que esta no posee nada por lo que valga la pena verla.

Dejo el tres para constatar de que por momentos me ha convencido y entretenido, pero vamos, después de ese horrible desenlace, el colmo del lo patético, una calificación más baja sería la más merecida.