Uno de los grandes inconvenientes de este anime es que es muy corto. No solo eso, sino que no cuenta, hasta ahora, con segunda temporada debido posiblemente a que el manga sigue publicándose, así que ya podréis imaginar la clase de final que nos deja «Gekkan Shoujo Nozaki-kun».

Ese título tan largo hace referencia al manga shojo que escribe y dibuja Nozaki, nuestro protagonista. Nozaki es un muchacho de unos dieciséis años que ya es un autor de manga que publica bajo seudónimo, así que muy poca gente conoce su identidad. Lo que más caracteriza a Nozaki es su gran estatura, que contrasta vivamente con el de la protagonista, su semblante serio e impertérrito y la obsesión por su trabajo de mangaka. Aunque uno pueda pensar que, tal y como lo describo, este chico es un muermo, nada más lejos de la realidad. Nozaki es, en el fondo, muy divertido con su nula falta de sentido del ridículo y su estricta forma de ver el mundo a través de los ojos de un dibujante de manga romántico que nunca se ha enamorado y parece no entender muy bien los sentimientos amorosos. De verdad que este chico es imprevisible; con él no te aburrirás.

Chiyo Sakura, una compañera de instituto, está enamorada de él perdidamente por una causa o por otra; yo veo justificado que esté tan loca por Nozaki y me gusta que, al menos, esta Sakura, aunque lejos de la clásica chica anime mandona, no sea una muchacha de esas pavas sin carácter que andan por ahí. La preciosa y encantadora Sakura, con unos lazos con lunares como adornos para el pelo que son todo un acierto, tendrá la oportunidad de ayudar a Nozaki en su trabajo y a partir de aquí conocerá a otros personajes y presentará a otros tantos. Juntos formarán un grupo muy loco pero también muy simpático con, además, posibles parejas románticas.

Una cualidad a destacar, el sentido del humor. Esta serie es muy graciosa. Te reirás seguro. Se abusa, y este es un recurso extendido, de eso de poner caras, lo que sería un punto histriónico, pero el humor funciona por sí mismo por la situaciones y los comportamientos de los muy raritos personajes. Eso sí, inquietante cuanto menos el maltrato físico por parte de un amigo que recibe el personaje de Kashima, llamada «el príncipe» aunque sea una mujer, que además no engaña a nadie porque lleva falda. Esto de que un chico le pegue a una chica es lo nunca visto, y de verdad que preocupa. Entiendo que es llevar la igualdad de género a su máxima expresión: Kashima ha abandonado su rol de mujer y tiene un rol de hombre, así que su amigo hombre lo trata como a un igual y, por lo tanto, si tiene que ponerla a raya, lo hace sin ningún tipo de miramiento. La única esperanza para esta pareja es que no se relacionen románticamente...; solo así podrían salvarse los personajes y su trama.

Por lo demás, la pareja protagonista a mi parecer funciona aunque les falta más desarrollo (que espero y confío que siga en una segunda temporada) y la animación es bonita; ellas son guapas, ellos son guapos. Te ríes, disfrutas, te lo pasas bien. Le damos el visto bueno a la edición.