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España España · Málaga
Voto de Kaori:
3
Terror Manolo y Candela se instalan en el madrileño barrio de Malasaña, junto a sus tres hijos y el abuelo Fermín. Atrás dejan el pueblo en busca de la prosperidad que parece ofrecerles la capital de un país que se encuentra en plena transición política. Pero hay algo que la familia Olmedo no sabe: en la casa que han comprado, no están solos...
22 de noviembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine español de 2020, creo que con bastante éxito de taquilla, basado en un hecho real, aseguran, en la España de los setenta. Yo en cuanto empecé dije que lo único real sería que hay un piso en Madrid... y casi ni eso.

Debemos partir de varias ideas que creo importantes. Una, que el terror es altamente complicado. Dos, que el fantasma en sí, fantasma como ente que fue humano y ha muerto, no está dotado de elementos terroríficos a no ser que tú lo dotes a través de otro tipo de naturaleza paranormal o de una historia que justifique que ese fantasma sea maligno. Claro, si ves una aparición en el pasillo de tu casa seguro que te mueres de miedo por el mero hecho de ser algo extraordinario y desconocido, pero no si lo ves desde tu casa como espectador y pretendes hacer terror con ello.

Sea como sea, de nuevo y por millonésima vez nos encontramos con los fantasmas asustadores pero que no te hacen ningún daño aunque se supone que sean muy malos. En fin, que te dan repullitos, se pasean, te gritan, escriben notas, te pueden incluso amenazar o secuestrar, pero todo para nada, para pasar el rato. Es que esto no puede ser, señores. Una película de terror, y hablo de terror físico, no el psicológico que puede tener otras necesidades, sino el terror que se basa en un peligro paranormal; en este género debe haber sangre, y no en un sentido explícito.

Así, el guion de la película es un cúmulo de elementos paranormales con una familia que no se comunica para nada y que cuando se encuentran a su hijo sentado en el alféizar de la ventana no le preguntan por qué. Lo normal. Falta total de credibilidad en los hechos, los comportamientos, las situaciones y planteamiento. Esa insistencia en poner música de miedo y caminar muy despacio ante cualquier cosa que ocurre sin motivo, ya sea porque mi abuelo ha cogido el pijama de mi hermano o se me ha caído la canica al piso de abajo... No, las personas tienen más sentido común que eso y también más nervio para actuar según el momento con más placidez, adrenalina o tensión, no siempre despacio con cara de susto.

En fin, un enorme cliché con pasteleo final y personajes que aparecen convenientemente para arreglar tus problemas, en este caso el papel de Concha Velasco y su hija.

Venga, hombre.
Kaori
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