Alguien se tendría que haber dado cuenta de que «Legend» no era una historia para el hermano Ridley, sino para Tony. Está clarísimo. Seguro que Tony Scott hubiera aportado mucha más belleza y creatividad a una película de espada y brujería como esta donde la fantasía puede campar a sus anchas, y ya sabemos todos lo barroco y esteticista que podía ser Tony.

Dicho esto me queda poco por añadir, porque «Legend» ha supuesto para una servidora una pequeña decepción. Este argumento de unicornios y fuerzas oscuras no se conjuga adecuadamente y el mundo que dibuja Ridley carece de anclaje ni andamios, es solo un bosque. La pobre Mia Sara se quedó ya traspuesta tras recibir los besos de Tom Cruise, cosa que suele pasarle a multitud de actrices que desaparecen del cine después de trabajar con un actor de poderoso atractivo; fijaos, no es broma. Tim Curry está irreconocible y, lo que es más terrorífico, creo que el traje de demonio le favorece... Solo yo me lo explico.

Por lo demás, escasa magia e imaginería visual. Cortita.