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España España · Málaga
Voto de Kaori:
8
Ciencia ficción. Terror. Fantástico En una estación experimental remota de la Antártida, un equipo de científicos de investigación estadounidenses ven cómo en su campamento base un helicóptero noruego dispara contra un perro de trineo. Cuando acogen al perro, éste ataca brutalmente tanto a los seres humanos como a los caninos del campamento, y descubren que la bestia, de origen desconocido, puede asumir la forma de sus víctimas... (FILMAFFINITY)
29 de marzo de 2014
15 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es puro Lovecraft. Aunque se base en un relato de John W. Campbell, «La cosa» le pertenece en esencia, y estoy segurísima de que Campbell se inspiró en él para su libro de 1948. En 1936 Lovecraft publicaba «En las montañas de la locura», donde una expedición científica de la Antártida desenterraba y descubría vida alienígena que sería la pesadilla de los seres humanos. Vista así, por los ojos de John Carpenter, la novela cobra mayor repercusión.

Espléndida película de 1982, en absoluto envejecida o anticuada. El terror alucinógeno no puede pasar de moda cuando palpita en él un corazón. Eso del «corazón» no es un tecnicismo cinematográfico, lo sé, ni algo que ningún director aprenderá en las academias, del mismo modo que Lovecraft no aprendió a escribir y a inventar en una escuela. John Carpenter compone una situación sobria, misteriosa, con el sabor de lo real y cercano aunque la historia se cuente a kilómetros de distancia y elucubre sobre la fantástica posibilidad de entes desconocidos y malignos enterrados en los hielos. Esta simbiosis, entre lo cotidiano y lo atávico, logra eso tan prodigioso que es la fascinación. Hay tanto pulso en esta película, que hasta los pasillos, los materiales, las mantas y los suelos parecen respirar ante la cámara muda. La «cosa» está ahí. En cualquier parte.

Primeros quince minutos de escándalo, inicio inmejorable para la intriga dosificada que veremos después: una ubicación temporal y espacial, un perro que corre, un helicóptero que le persigue y Morricone metiéndosete en los tímpanos con una melodía monótona y distante, como sólo puede sonar la música en esas coordenadas malditas de la Antártida. El reparto actúa de manera impecable y más aún con unos personajes que nos simpatizan desde que salen a escena, destacando, por supuesto, un Kurt Russell heroico, líder natural que tomará las riendas dentro del caos.

Obsérvese el detalle de que en «La cosa» la tensión no se sostiene con el habitual recurso de poner caras de miedo ante la más completa chorrada, porque sí y para llamar la atención; esto es muy de ahora, cuando no se sabe cómo crear fobias a partir de la naturalidad, de lo espontáneo, de lo coherente. Los efectos especiales pueden ser todo lo artesanales que queráis, pero la primera aparición de la «cosa» es espectacular por el cómo, por el dónde, por el para qué y por el qué. Inolvidable.

Una apasionante locura de la ciencia ficción. No volverás a mirar igual el hielo.
Kaori
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